La creación artística como proceso de transformación personal
El objetivo de este artículo es indagar sobre la creación artística como fuente de bienestar emocional, autoconocimiento y desarrollo personal. A través de resignificar la propia experiencia sobre la exposición “Salto Cuántico” se delimitaron tres tiempos de la obra para el trabajo interior.
Resumen
El objetivo de este artículo es indagar sobre la creación artística como fuente de bienestar emocional, autoconocimiento y desarrollo personal. A través de resignificar la propia experiencia sobre la exposición “Salto Cuántico” se delimitaron tres tiempos de la obra para el trabajo interior: selección del material, proceso de creación artística y la exposición de las obras.
Palabras clave: collage, creación artística, exposición, autoconocimiento, transformación personal.
“El arte, para ser arte, debe curar”.
Alejandro Jodorowsky
Primera parte
Experiencia personal
En la última semana de diciembre de 2017 sufrí siete noches (y días) de insomnio, que se convirtieron en la antesala de una crisis de ansiedad y estrés. Un médico psiquiatra me prescribió una licencia laboral de tres meses, aunque recuperarme de esa crisis llevó mucho más tiempo.
Además de continuar en el proceso psicoterapéutico que había iniciado y llevado a cabo durante todo 2017, en enero de 2018 lo único que aligeraba mi sufrimiento era encerrarme en mi hogar a crear collages. Cuando estaba sola, rodeada de libros, revistas y tijeras, era el único momento de bienestar emocional que encontraba.
En medio de tanto sufrimiento, incertidumbre y malestar, sin saberlo estaba creando un espacio de introspección, que me ayudó a reflexionar y entender lo que estaba transitando. Un espacio-tiempo, un refugio donde conectar conmigo misma y formularme preguntas a través del arte. Así comencé a bucear en las revistas que llevaba años acumulando.
De repente, el departamento se convirtió en un collage en sí mismo, había revistas, hojas y recortes por todos lados: en la mesa, en el piso y en la biblioteca. Necesitaba desplegar todas las imágenes y tenerlas a la vista. Sin ser consciente de ello, estaba buscando una respuesta. Las imágenes me estaban diciendo algo que aún no entendía, me estaban enviando un mensaje para descifrar.
Entre las revistas también había un pequeño cuaderno que había rescatado de la calle. Sus hojas estaban unidas a través de un hilo, por lo que pude desatarlas y desplegarlas por el suelo. Fue sobre ellas que empecé a colocar las imágenes que había estado seleccionando, y en el juego de montaje y desmontaje, el mensaje iba cobrando cada vez más sentido para mí.
Tenía otro grupo de recortes que me hablaban pero que no coincidían con el mensaje que se iba descifrando
sobre las hojas sueltas del cuaderno. Entonces decidí darle otro espacio para que el mensaje pueda aflorar. Durante un mes estuve indagando y descifrando el mensaje que las imágenes tenían para mí; o, mejor dicho, el mensaje que yo necesitaba expresar a través de ellas. A fines de enero, las hojas del cuaderno volvieron a él para convertirse en un libro de artista: Tierra sin sueños. Mientras que el otro grupo se convirtió en una serie de diecisiete piezas, llamada El Retorno de Saturno.
En medio de tanto sufrimiento, incertidumbre y malestar, sin saberlo estaba creando un espacio de introspección, que me ayudó a reflexionar y entender lo que estaba transitando. Un espacio-tiempo, un refugio donde conectar conmigo misma y formularme preguntas a través del arte.
Las obras
Tierra sin sueños: el libro intenta problematizar la dinámica de los trabajos de oficina full time, el estrés crónico al que se someten los empleados a partir de las exigencias empresariales, y las posibles repercusiones de esos entornos y modalidades en la salud mental de las personas. El ser humano convertido en una pieza del engranaje alienador frente a la realidad circundante.
En el siguiente link a la plataforma de YouTube se puede visualizar el video del libro: https://youtu.be/Bbu8FzIpL1E
El Retorno de Saturno: en el lenguaje astrológico, la comúnmente llamada “crisis de los 30” está asociada a Saturno. El planeta de los anillos tarda 28 años en dar una vuelta al Sol. Entonces, cuando llegamos a esa edad, Saturno orbita en igual posición que en el momento en que nacimos. Por eso, cada 28 años todas las personas pasan por un “Retorno de Saturno”. La de la “crisis de los 30” (que bien puede empezar a los 28), ocurre en la primera de esas veces.
Símbolo de la madurez, estructura, organización y rigidez, Saturno nos enfrenta con el deber ser, con nuestro propósito. Si para el momento de alguno de “sus retornos” nos encontramos por fuera del camino en el que quisiéramos estar, nos ayuda a encarrilarnos. Mediante la introspección, la crisis desenmascara nuestros horizontes, interpelándonos como responsables de nuestro destino.
La exposición
El 6 de febrero de 2018 cumplí 30 años. En ese entonces, me encontraba en plena crisis. Por suerte o por necesidad, tuve la convicción de realizar una exposición de las obras. Necesitaba mostrarlas, compartirlas con otros. De acuerdo con Deepak Chopra (2003), “Un salto cuántico es un cambio de estatus, de un conjunto de circunstancias a otro, que ocurre de una manera inmediata, sin sucesos intermedios” (p. 23).
“Salto Cuántico” fue el nombre de la exposición. Surgió de la necesidad catalizadora de lo vivido, que terminó de dar sentido a las obras y al proceso.
La propuesta fue llevada a cabo en lo que actualmente es el centro cultural “Un Lugar Aparte”, en el barrio de Villa Crespo (Buenos Aires, Argentina). Para ese entonces, el espacio había sido adquirido hacía poco por una familia amiga. Y así estaba: en muy malas condiciones edilicias y con el deterioro propio de más de veinte años de abandono.
El espacio, y las obras creadas a partir de materiales reciclados, unificaron la identidad visual de la propuesta: el lugar fue preparado con los elementos disponibles, propiciando la plataforma expositiva.
En una esquina del centro cultural, y en forma de ele, se levantaron una serie de “pallets” como soportes, donde se apoyaban cada una de las obras de la serie El Retorno de Saturno. Luego, para llegar al sector en donde se proyectaba el video del libro de artista Tierra sin sueños, los invitados debían pasar alrededor de mesas de mediación de contenido: una exhibía recortes de revistas sobre estrés, úlcera, psicofármacos y temas relacionados con el sueño; en la otra encontraban las recetas de los psicofármacos que me habían recetado.
Otro espacio específicamente diseñado fue el sector de sillas y sillones que formaban un cuadrado abierto por uno de sus lados. En su centro una mesa ratona lograba darle el sentido de ser una “sala de espera” del consultorio de un médico psiquiatra.
Se realizó una performance en la que un actor, guionado por mí, cumplió el rol de un “médico psiquiatra estresado”, que irrumpió dos veces entre el público. Durante la primera irrupción instó a los presentes a que le realizaran consultas, firmando certificados a quienes se animaron. En la segunda, repartió en bandeja caramelos a modo de “psicofármacos” para todos los presentes. Toda la velada fue ambientada de forma sonora con una lista de música especialmente armada bajo el concepto de “Salud Mental”. Sigue disponible en la plataforma Spotify y puede escucharse en el siguiente link: https://open.spotify.com/playlist/2TvySGqWgcoi8Mf- QN04YTp?si=4cf0aeb0bb694aff
Al llegar mucho más rápido que el lenguaje a conectar con nuestras emociones, la imagen es una herramienta indispensable de autoconocimiento. Y es en esta conexión entre imagen y emoción donde radica la importancia del trabajo con ellas.
Segunda parte
Tres tiempos de la obra para el trabajo interior
1. Selección del material: indagación personal, emoción y entendimiento
La selección del material es el primer acercamiento sobre lo que nos pasa, lo que sentimos y también lo que pensamos, propiciando la comunicación entre nuestro interior y exterior.
A través de la intuición, nos dejamos llevar por la selección de aquellas imágenes que llaman nuestra atención y vamos haciendo una selección de recortes con los cuales iremos realizando la pieza.
A través de las imágenes conectamos con la emoción, las imágenes nos llevan a ellas. Pensamos, imaginamos, soñamos en imágenes. Al llegar mucho más rápido que el lenguaje a conectar con nuestras emociones, la imagen es una herramienta indispensable de autoconocimiento. Y es en esta conexión entre imagen y emoción donde radica la importancia del trabajo con ellas.
En este primer tiempo, es indispensable hacerle caso a lo que nuestro cuerpo siente cada vez que se topa con una imagen. Podemos sentir rechazo o atracción hacia algunas, y según cómo lo sintamos será lo que seleccionaremos.
2. Proceso de creación artística: expresión y creatividad
Gracias a que la metodología de trabajo del collage es simple, podemos jugar con las imágenes a montar y desmontar unas sobre otras para ver cuáles dialogan entre sí y qué nos dicen. En este proceso de creación artística vamos descifrando lo que nos pasa, asimilando la realidad, interpretando y creando un relato personal. Al ser cambiadas de contexto, las imágenes, por medio de la composición, se convierten en un vehículo que cargamos de significado.
Las piezas terminadas crean narrativas visuales, ayudándonos a entender lo que nos pasa. Podemos hacer de la creación de una serie de collages, un proyecto de representación y significación que toma en cuenta aspectos artísticos, emocionales y sociales.
3. Exposición: comunicación interpersonal
La exposición, además de ser una obra en sí misma, cierra el proceso arteterapéutico gracias al vínculo que se establece con el público asistente. En mi experiencia con “Salto Cuántico”, dicho público estaba compuesto de familia y amigos. Vínculos íntimos y cuidados, que sin saberlo me ayudaron a reconocerme artista al exhibir y compartir con ellos las obras de mi autoría.
Además, el armado de la exposición se desarrolla como un juego con todas sus reglas: hacer de cuenta que el espacio es un museo y los invitados su público frecuente. Así fue que el espacio no legitimado y sus precarias condiciones me dieron la posibilidad de ese juego, utilizando creativamente los materiales disponibles para el diseño y armado del espacio expositivo.
En esta instancia, la interacción que se establece con el público (familia y amigos) permite relacionarse de forma dinámica con la obra, el proceso y la situación atravesada. Al poner en diálogo la creación de las obras, sus temáticas y, a la vez, recibir los comentarios sobre lo que estas les habían transmitido, se completa la creación artística como proceso terapéutico.
“¿Qué es la locura? Ausencia de obra”.
Phillippe Brenot
Conclusiones
De estricto carácter autobiográfico, las obras subliman los síntomas y enfermedades psicofísicas que padecí durante la crisis de ansiedad e insomnio por la que debí tomar una licencia laboral psiquiátrica. Su proceso de creación artística propició un espacio de sanación complementario a los tratamientos médicos, psicoterapéuticos y psiquiátricos que atravesaba.
“Salto Cuántico” fue mi primera exposición individual, totalmente gestionada, curada y armada por mí. El nombre de la exposición se debe al anhelo de dedicarme de lleno al arte mientras trabajaba full time en una multinacional, desoyendo mis propios deseos. “Salto Cuántico” fue ese “cambio de estatus, de un conjunto de circunstancias a otro”. El pasaje en el que mis experiencias como empleada de oficina comenzaron convirtiéndose en las de una artista que realiza y expone sus obras, “sin sucesos intermedios”.
Tierra sin sueños, El Retorno de Saturno y “Salto Cuántico” prueban que expresar y contar es sinónimo de sanar y, que al crear obra, potenciamos nuestro bienestar emocional, autoconocimiento y desarrollo personal.
Si vemos al arte como la expresión de nuestras emociones, podemos arriesgarnos a decir que el arte es el pro
ceso de búsqueda de la verdad, la verdad entendida como aquello que sentimos, todo aquello que nos moviliza. Las emociones crean preguntas, y a través de la creación artística encontramos respuestas. En este sentido, si hay movimiento, si hay acción, entonces la transformación es inevitable.
Bibliografía
Brenot, P. (1998). El Genio y la locura. Ediciones B.
Chopra, D. (2003) Sincro Destino. Descifra el significado de las coincidencias y crea los milagros que has soñado. Punto de Lectura.
Fiorini, H. J. (2020). El psiquismo creador. Teoría y clínica de procesos terciarios. Lugar Editorial. Fontcuberta, J. (2016) La Furia de las Imágenes. Galaxia Gutenberg.
Frost, S. B. (2017). SoulCollage® Evolving: An Intuitive Collage Process for Self-Discovery and Community. Hanford Mead Publishers.
Iscan, F. (1988). Así se hace un collage. Parramon Ediciones S.A.Jodorowsky, A. (2019) Psicomagia. Siruela. Milatich, G. (2022). Arte y símbolo para C. G. Jung. Arteterapia, Arteterapia Junguiana e imaginación activa. Editorial Dunken.
[1] Artista. Coach Artística Profesional (Intcocenter). Diplomada en Investigación y Conservación Fotográfica Documental (Facultad de Filosofía y Letras, UBA). Licenciada en Publicidad (UCES).
Cómo citar este artículo:
Aiello, M. J. (2023). La creación artística como proceso de transformación personal. Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, 11, 16-20.