Land Art y Arteterapia
Fluido
“Adoraría vivir
como un río que fluye.
Llevado por la sorpresa
de su propio transcurrir”.
John O’Donohue
Nils Udo[1]
Introducción
De la mano de Jacques Stitelmann (L’Atelier, Suiza) conocí este lenguaje artístico en mi formación como arteterapeuta (INECAT, París). Allí comenzó mi trabajo de transformación a través de esta herramienta de tanta utilidad, belleza y beneficio dentro del dispositivo arteterapéutico. Rastreando la poca bibliografía existente, menos aún en español y aplicada al Arteterapia, esta carencia, sumada a la experiencia con las alumnas de la Primera Escuela Argentina de Arteterapia, me motivó a escribir este artículo. Aún en tiempos de pandemia, esta iniciativa nos permite un abordaje muy diferente y muy nutritivo para la formación.
Un poco de historia
A finales de los años 60 un grupo de artistas, principalmente anglosajones, se enfrentaron al arte moderno y dieron un salto fuera de las galerías y los museos, para interactuar con la naturaleza y los espacios abiertos. De esta manera, se abrió una vía que ha crecido desde entonces, y en la actualidad, con múltiples acciones y proyectos artísticos que utilizan la naturaleza como parte de la obra, expandida sobre el paisaje.
El Land Art se presenta como una postura ecologista que se ha revalorizado con el paso del tiempo. Más aún hoy, la naturaleza en la sociedad actual se ha configurado como lo otro, lo no humano, lo no artificial, lo salvaje.
En esta necesidad de integrar lo humano, el Land Art puede ofrecer esa otredad para hacer factible el enlace con el medio. Facilita un posible comienzo para despertar a una experiencia estética de comunión con el paisaje, de origen distinto a la que nos llevan las redes, la industria y la tecnología.
El uso de materiales naturales, como las piedras, hojas secas, tierra y ramas, despierta capacidades táctiles y abre la mirada sobre la acción artística, desarrollando la creatividad y desplegando la conciencia.
El Land Art tiene una doble naturaleza contemporánea y primitiva: es un arte posmoderno que se inspira en las culturas arcaicas más antiguas y en realidades culturales no occidentales, tales como la cultura megalítica o la filosofía zen, que poseen valores sobre la relación de diálogo hombre-naturaleza con un sentido trascendental y místico.
Sugiere un acercamiento respetuoso a la naturaleza, rompiendo la comprensión egocéntrica del mundo occidentalizado: salir del yo conocido para perderse en la naturaleza y volverse a encontrar.
Se destaca la importancia de la utilización del entorno como soporte artístico y el empleo de materiales naturales, al aire libre.
El Land Art abarca manifestaciones artísticas que son conocidas como ecological art, environment art, earthworks, entre otras. Se trata entonces de un vocablo que incluye un contenido semántico de una palabra más general que podríamos asociar a “arte en la naturaleza” o “arte de la tierra”, con ciertos matices o especificaciones, donde se combinan diferentes lenguajes y materiales.
El Land Art como recurso arteterapéutico
El arte como experiencia de vida fue fundamentado por el filósofo norteamericano John Dewey, quien buscaba un arte relacional que tuviera conexión directa con la vida, que permitiera experimentarla de forma intensa, a diferencia del arte que solo busca intensificar la vida de los museos y las galerías.
El Land Art se presenta como vehículo para valores y sentidos trascendentales, virtudes que se desprenden de la obra, de su apertura y de su propia inmanencia: el asombro, el agradecimiento, la alegría, la paz y la ecuanimidad.
Dewey pretendía ignorar el reconocimiento institucional y creía que lo que hace a una nueva tendencia trascendente en el arte es que enuncia algo novedoso para la experiencia humana, algo que enfatice la interacción de la criatura viviente con su entorno.
Para Dewey, el arte se produce cuando existe una experiencia auténtica en el individuo, una experiencia estética que se genera cuando el ser humano logra superar los conflictos y tensiones de la vida mediante la obra de arte. El Land Art intensifica esas relaciones en las que el ser humano recurre a la naturaleza y a sus materiales para intensificar la vida, en toda su amplitud, rompiendo el antagonismo existente hasta entonces entre arte y naturaleza o, lo que es lo mismo, arte y vida.
Utilizando este recurso en Arteterapia, se propone intervenir el paisaje donde la acción no es solo metafórica, sino también en la realidad.
El uso de materiales naturales, como las piedras, hojas secas, tierra y ramas, despierta capacidades táctiles y abre la mirada sobre la acción artística, desarrollando la creatividad y desplegando la conciencia.
Esta práctica artística puede fomentar formas de interdisciplinariedad, tales como la psicoterapia, meditación, mindfulness, caminata consciente, etc.
La obra, al no tener límites, no es asible ni es mudable, nace como necesidad con el espacio donde se realiza. Solo es posible en ese lugar porque es la consecuencia de la interacción del individuo/artista con el paisaje.
Por otro lado, por su naturaleza efímera, es necesaria la toma de fotografías para la constancia y observación de la obra, e incluso la integración y recreación de otros lenguajes, como la escritura, performances, danza, canto, mimo o poesía.
Land Art y la trascendencia
El Land Art también se presenta como vehículo para valores y sentidos trascendentales, virtudes que se desprenden de la obra, de su apertura y de su propia inmanencia: el asombro, el agradecimiento, la alegría, la paz y la ecuanimidad.
La perspectiva que genera la obra es un marco de sostén para el sujeto; se presenta como un espacio, un contexto donde la mirada de sí mismo permite abrir y despegar la conciencia hacia una nueva dirección y transformación profunda.
La obra, al no tener límites, no es asible ni es mudable, nace como necesidad con el espacio donde se realiza. Solo es posible en ese lugar porque es la consecuencia de la interacción del individuo/artista con el paisaje. Una obra realizada en el taller y llevada al lugar no es considerada Land Art. Transportar la obra supone “destruirla”.
“Sublime” viene del latín sublimis, que significa “elevado, que se levanta o se alza del suelo”. Lo sublime se puede aplicar a los fenómenos naturales y también a las acciones humanas. Ante la naturaleza pueden brotar varios sentimientos, como la paz, el amor y la alegría.
La palabra “paisaje” es un concepto acuñado por primera vez en China, y nace de la contemplación. Indica esa trascendencia inmanente, es ese estado lo que permite que emerja la belleza.
La contemplación invita a la trascendencia. Como decía Emerson: el aspecto de la naturaleza es devoto […] El hombre más feliz es aquel que aprende de la naturaleza la lección de la adoración […] La belleza del paisaje tiene una sacralidad propia […] (Milani, 2007).
En Arteterapia, la implicación espiritual e inmanencia que produce la obra de Land Art, y el hecho trascendente que supone elegir un lugar en la naturaleza, relacionándose con lo sagrado, la transforma simbólicamente.
Entre los artistas del Land Art encontramos a Roden Crater (cráter de un volcán), Peter Hutchison (mar con materiales orgánicos), Robert Smithson (cemento, cola y asfalto sobre laderas), Andy Goldsworhty (materiales naturales, el frío de la lluvia, la textura de las rocas, la vastedad de la arena) y James Turell (materialidad de la luz), entre otros.
Land Art: un camino a la naturaleza hacia nosotros mismos
Una experiencia de transformación grupal con alumnas en los parques de Palermo
Son muchas las reflexiones que se integran en la mirada del Land Art y el Arteterapia. Señalaré algunas:
-El objetivo es que podamos tener espacios, dispositivos, tiempo para permitir encontrarnos y transformarnos.
-Reflexionar alrededor de la pérdida. El yo puede desaparecer y nosotros lo redescubrimos.
-La experiencia existencial de estar vivos y poder perdernos para crear (perderse en el sentido del yo que desaparece en relación con el nosotros).
-El yo que es conocido y adquirido es capaz de reencontrarse. El viejo yo puede dejar lugar al nuevo yo.
Jaques Stiltelmann propone dispositivos:
Cuando acompañamos, ¿qué acompañamos?
-A la persona.
-El dispositivo.
-No hay respuesta, lo importante es poder hacer la pregunta.
Por lo tanto, la búsqueda artística en el Land Art potencia y favorece:
-Salir del taller.
-Dejar los elementos conocidos en otro espacio por crear.
-En lugar de buscar los materiales, vamos más allá, vamos a su encuentro.
-Salir del control de lo conocido, de los materiales.
-Tener un espacio de tiempo de apertura y pérdida: estar disponibles.
-Dejar reposar la obra y observar su resonancia de modo sutil: sensaciones, emociones y pensamientos.
-Dejarnos sorprender, la riqueza es la del movimiento del sentimiento, de su fuerza.
-Posibilitar un espacio de cuidado, de sostén y respeto.
Para finalizar
La experiencia con el Land Art y el Arteterapia abre una puerta para reinventarnos, para salir y encontrarnos, entregándonos a la fuerza y fertilidad de la tierra, en un espacio que nos conecta con la vitalidad y lo sagrado. Un contexto que nos invita a integrarnos armónicamente con el ser y el hacer en la acción creadora, realizando síntesis en el autoconocimiento y el proceso de sanación.
“La naturaleza no es un lugar a
visitar. La naturaleza es el hogar”.
Gary Snyder
Bibliografía
Delgado Baena, F. J. (2011). Arte y Naturaleza, El Land Art como recurso didáctico para la educación artística. Disponible en: http://agrega.juntadeandalucia.es/repositorio/14022013/42/es-an_2013021411_9145208/ADO24/ado24_1p2/01.pdf
Garraud, C. (1993). L’idée de nature dans l’art contemporain. París: Flammarion.
Klein, J. P., Bassols, M., Bonet, E. (coord.) (2008). Arteterapia. La creación como proceso de transformación. Barcelona: Octaedro.
Nils Udo. Formes et modalites des concepts pour l’art-thérapie. Photographies.
Stitelmann, J. (2015). Au zèro des formes. Poèmes sur la création. Collection l’ouvrante. Editions du rebond.
Una experiencia en los bosques de Palermo
Una obra que abre y transforma
“Altar de agua”
Por Flor Garrigós
“Translucencia”
Por Amanda Fernández
“Entramando contrastes”
Por Julia Segovia
“Intuición”
Por Leticia Cirillo
“Saliendo del nido”
Por Eugenia Sacca
“La sortija”
Por Mariana Levallois
[1] Nils Udo (Lauf, Baviera, 1937) es un escultor, fotógrafo y pintor alemán, mayormente conocido por sus obras de Land Art. Sus obras, reconocidas a nivel mundial, se pueden ver en jardines, parques y museos de todo el planeta. En la actualidad reside en su ciudad natal, donde sigue ejerciendo la pintura.
[*] Doctora en Psicología (USAL, Argentina). Licenciada en Psicología. Psicopedagoga. Magíster en Necesidades y Derechos de la infancia y Adolescencia (Universidad Autónoma de Madrid, España). Arteterapeuta (INECAT, París). Artista plástica. Cursando Certificación en Mindfulness y Compasión en Psicoterapia (Sociedad Mindfulness y Salud, Argentina). Especializada en cuidados paliativos, dolor crónico y acompañamiento al duelo. Miembro del equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Italiano de Buenos Aires como coordinadora del programa “Empatía en acción” (Arteterapia, Musicoterapia, Reflexología y Espiritualidad), de talleres terapéuticos y comunitarios de duelo y de talleres de autocuidado para profesionales de salud. Coordinación del área de Espiritualidad Integrativa de Pallium. Docente en la Primera Escuela Argentina de Arteterapia. Clínica individual y talleres grupales (privado).
Cómo citar este artículo:
Atwell, M. (2020). “Land Art y Arteterapia”. Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, Nº 8, pp. 5-8. Recuperado de https://arteterapiarevista.ar/land-art-y-terapia