Intervención de arteterapia en el ámbito hospitalario

     Camila Samanta Paterek [1]

El presente artículo tiene como finalidad destacar la importancia de la implementación del arteterapia dentro del contexto hospitalario en pacientes que se encuentran internados y/o realizando tratamiento directo de quimioterapia. Se basa en experiencias clínicas dentro del Hospital General de Agudos “Parmenio Piñero” y del Hospital de Niños “Dr. Ricardo Gutiérrez” (Buenos Aires, Argentina).

 

 

Resumen

El presente artículo tiene como finalidad destacar la importancia de la implementación del arteterapia dentro del contexto hospitalario en pacientes que se encuentran internados y/o realizando tratamiento directo de quimioterapia, basándose en experiencias clínicas dentro del Hospital General de Agudos “Parmenio Piñero” y del Hospital de Niños “Dr. Ricardo Gutiérrez” (Buenos Aires, Argentina). Las intervenciones se llevaron adelante mediante un plan de abordaje planificado y supervisado para el trabajo con pacientes oncológicos de diferentes edades (población adulta en el Piñero y, por otro lado, infantes y adolescentes en el Gutiérrez). Se trabajó mediante sesiones grupales e individuales, según el emergente. Se empleó el uso de herramientas partiendo de los diferentes lenguajes artísticos y se obtuvieron resultados realmente gratificantes.

Palabras clavearteterapia, cáncer, quimioterapia, proceso creativo, hospitales.

A continuación, se presentará una crónica narrativa de manera sintética de algunos casos clínicos, un abordaje individual y otro grupal.

En ambos casos, se trabajó sesión a sesión mediante encuentros que tuvieron lugar de manera semanal. En un principio, el trabajo consistió en generar un vínculo positivo. La observación y los datos recabados previamente al desarrollo de sesiones sirvieron como eje para realizar un plan de abordaje e intervención que responda a las características del proceso creativo-terapéutico y a las necesidades e intereses de cada paciente.

Al comienzo de cada encuentro se realizaron propuestas de caldeamiento, ejercicios para relajar el cuerpo, conectar con el “aquí y ahora”, lograr la predisposición y clima adecuados para el momento de creación. Se efectuaron ejercicios de relajación, ensueño dirigido, imaginación activa para posibilitar la conexión con el mundo interno de los pacientes, y se combinaron dispositivos que funcionaron a modo de disparador.

Como cierre de cada sesión, los pacientes compartieron sus producciones y resonancias a partir de cada experiencia.

 

Al comienzo de cada encuentro se realizaron propuestas de caldeamiento, ejercicios para relajar el cuerpo, conectar con el “aquí y ahora”, lograr la predisposición y clima adecuados para el momento de creación.

 

Intervención individual

Hospital de Niños “Dr. Ricardo Gutiérrez”. Sala de internación.

Paciente “A”. Edad: 10 años.

Sesión 1: vínculo. Materiales: caja con tarjetas de preguntas e imágenes disparadoras, lápices de colores, hoja, lapicera, etc.

Luego de presentarnos, se propuso un juego con la finalidad de comenzar a establecer el vínculo y poder conocer sus intereses. Este consistía en tomar una tarjeta de la caja, que podía tener una imagen o preguntas como disparadores para responder y crear, ya sea dibujando y/o escribiendo. Entre las tarjetas había temas específicos, como pasatiempos, actividades, música, elementos/materiales, etc.

Sesión 2: creación de personaje. Materiales: hojas de colores, tijera y adhesivo vinílico.

Para comenzar, se realizó un ejercicio guiado, se invitó a cerrar los ojos y a imaginar un personaje, conectando con los colores, texturas y formas. Imaginar cómo era, qué características tenía, cuáles eran sus intereses y emociones, cuál era su historia personal, etc. Al abrir los ojos, se brindaron los materiales para comenzar a crear de manera libre.

“A” se mostró entusiasmada mientras creaba y relataba las características de su personaje, al cual decidió llamar “Héroe”, un joven que se dedicaba a ayudar a las personas a resolver diferentes situaciones; era generoso, servicial y tenía un sentido del humor particular que lo hacía sumamente divertido.

Por último, se invitó a presentar al personaje, realizando una dramatización a partir de él. En ese momento, “A” improvisó un pequeño telón con una hoja de dibujo, que sosteníamos ambas mientras ella le ponía voz y movimiento a Héroe (en ese preciso instante, las risas y la alegría recorrieron cada parte de la habitación). En el cierre, expresó sentirse contenta y dijo que le gustaron todas las propuestas realizadas.

Sesión 3: improvisación sonora. Materiales: metalofón, toc-toc, pandereta, castañuelas, etc.

Ejercicio de musicoterapia activa. En principio, se invitó a explorar el sonido y los diferentes ritmos a partir de cada instrumento. Luego, elegir el instrumento que más le gustó ejecutar para realizar una improvisación sonora. “A” seleccionó el metalofón porque le generaba tranquilidad, y el toc-toc porque le gustaba el sonido al variar de ritmo. Fue creando con una sonrisa esbozada en su rostro, conectado con la melodía y su propio ritmo.

Por último, y a su pedido, improvisamos juntas siguiendo un ritmo que ella misma fue marcando. Al finalizar, mencionó que le resultó muy divertido poder crear su propia música y jugar con los instrumentos.

Sesión 4: pintura musical. Materiales: parlante, hoja, pincel y témperas.

Se propuso un ejercicio de escucha activa para realizar una pintura de forma libre e intuitiva, conectando con la música y jugando con sus diferentes ritmos. “A” tarareaba algunas canciones mientras pintaba. El resultado fue una pintura con muchas formas y colores. En el cierre, agradeció la experiencia y dijo que estos encuentros le hacen bien.

Sesión 5: “Miro, pienso y escribo”. Escritura terapéutica. Materiales: tarjetas con imágenes de personajes, hoja y lápices de colores.

Se invitó a elegir dos imágenes para luego crear un cuento. “A” seleccionó dos imágenes, una de un hada y otra del mundo, las observó detenidamente y comenzó a escribir con suma concentración. Al finalizar leyó en voz alta su producción y expresó asombrada: “Este es mi deseo. A mí me gustaría curarme y poder viajar por diferentes partes del mundo”.

Ese día, sus palabras de cierre fueron: “Esperanza” y “creer que se puede”.

Sesión 6: sueños. Materiales: tablero de madera para usar como apoyo y masas de sal.

Se invitó a cerrar los ojos, registrar la respiración, conectar con los sueños, con aquellos deseos que se quieren alcanzar, imaginar los colores y las texturas, registrar las sensaciones y emociones que despiertan, etc.

Con mucho entusiasmo y delicadeza fue moldeando, dando forma a su creación. Al finalizar presentó su obra, mencionó que crearla le generó alegría y que ese sueño quería lograr al finalizar su tratamiento.

Las sesiones se vieron interrumpidas debido a su evolución. “A” regresaría la semana siguiente a su provincia y sería derivada a un hospital de cercanía. Al despedirnos, la familia agradeció los encuentros; “A” lo hizo con un abrazo cálido. La familia siguió en contacto con la finalidad de retomar los encuentros de forma virtual.

 

 

Intervención grupal

Hospital General de Agudos “Parmenio Piñero”.

La franja etaria de los pacientes era de entre 50 y 70 años.

Sesión 1: vínculo / encuentro. Pacientes: 4. Materiales: libro, hojas y lápices de colores.

Primero, se invitó a los pacientes a presentarse y se realizó la presentación del espacio de arteterapia. Luego, se convocó a escuchar detenidamente la lectura de un fragmento, utilizado como disparador de reflexión y creación. Después, fueron creando de forma individual, conectando con las sensaciones y los sentimientos que se despertaron a partir del texto.

 

En el cierre de las sesiones hubo momentos de lágrimas, de risas, de agradecimientos, palabras que fueron el reflejo de que el arteterapia estaba haciendo su efecto.

 

Para finalizar, cada uno fue compartiendo su producción, mostrando lo creado y poniendo en palabras sus emociones encontradas. Conversaron a partir de ellas. El cierre se convirtió en un momento de agradecimiento, la mayoría no habían tenido antes una experiencia arteterapéutica, manifestaron sentirse cómodos, experimentar tranquilidad y alivio al expresarse.

Sesión 2: grupalidad. Pacientes: 6. Materiales: hoja grande, esponjas, bandejas y temperas.

Se propuso la realización de una pintura grupal. Una misma hoja fue rotando de paciente a paciente, interviniéndola entre todos, favoreciendo la comunicación y el vínculo entre los integrantes del grupo. Al finalizar, se invitó a jugar con la imaginación y lo visual, buscando formas y símbolos. Conversaron, compartieron ideas, pensamientos y sentimientos. Circulaba la energía grupal, que se manifestaba en alegría, y la motivación que surgía entre ellos mismos.

 

 

Al comienzo de cada encuentro se realizaron propuestas de caldeamiento, ejercicios para relajar el cuerpo, conectar con el “aquí y ahora”, lograr la predisposición y clima adecuados para el momento de creación.

Sesión 3: creatividad. Pacientes: 5. Materiales: parlante, hojas y marcadores.

Musicoterapia pasiva. Se realizó un ejercicio sensorial, mientras estaban con los ojos cerrados, se convocó a mantener la escucha activa y conectar con las emociones que la música les generaba, mientras iban experimentando y realizando trazos. Luego, se invitó a abrir los ojos, y continuaron interviniendo lo ya producido. Por último, observaron la obra y le otorgaron un título.

Como cierre, compartieron sus producciones y resonancias. La mayoría coincidió en experimentar una sensación de tranquilidad, les gustó el momento de crear con los ojos cerrados, manifestaron que pudieron conectar con sus emociones. Los títulos de sus obras fueron: “Armonía”, “Un momento para mí”, “Animarme a ser”, “Jugando con los trazos y la música”, “Conectar con mi interior”.

Sesión 4: mundo emocional. Pacientes: 4. Materiales: hojas, témperas y pinceles.

Se realizó un ejercicio de ensueño dirigido, evocando emociones y sentimientos, con la finalidad de que los pacientes pudieran conectar con su mundo interno y, a la vez, preparar el cuerpo y la mente para adentrarse a la propuesta. A continuación, se invitó a crear su mundo emocional a partir de una pintura.

R. y C. mostraron cierta resistencia al momento de pintar, lo relacionaron de forma verbal con sus habilidades. En esos casos de alentó para que puedan animarse a experimentar, haciendo hincapié en el fundamento de la disciplina, lo importante es el contenido, no lo estético. Lo que prevalece es la expresión genuina, el sentido de lo creado, el significado que es puramente personal e intransferible.

Como cierre, compartieron y conversaron a partir de sus producciones. Algunos expresaron sentirse contenidos en el espacio, pudieron poner en palabras los sentimientos que atravesaban al encontrarse en los diferentes estadios de la enfermedad, tales como: angustia, dolor, estrés, ansiedad.

“C” agradeció la posibilidad de hacer arteterapia y poder expresar lo que sentía, ya que en su casa le costaba hablar con su familia de su situación. “R” asintió y dijo sentirse identificada con “C”, ya que su familia no solía hablar directamente de lo que se encontraba atravesando. “E” expresó sentirse alegre y motivado, ya que está realizando su último ciclo de quimioterapia; brindó palabras de aliento y motivación al resto de los pacientes.

Al despedirnos, “C” mencionó que se sentía más aliviado luego de la sesión; el resto asintió con una sonrisa y palabras de agradecimiento.

 

Sesión 5: vitalidad. Pacientes: 6. Materiales: hojas, lanas, plumas, pompones de felpa y adhesivo vinílico.

Se realizó un ejercicio de relajación, combinando con movimientos corporales lentos y pausados. También se utilizaron texturas suaves, motivando la exploración y el registro de texturas y sensaciones (esto se había anticipado antes de comenzar). Se invitó a conectar con sus sentimientos y pensamientos a partir de la experiencia. Al abrir los ojos, se propuso crear a partir de los elementos utilizados, conectando con sus emociones, lo vital y “el aquí y ahora”.

Se mostraron concentrados y entusiasmados. Primero, fueron presentando los elementos sobre la hoja, otorgándole formas y sentidos de manera subjetiva. Luego, fueron pegando cada material. Por último, se los invitó a escribir palabras en la misma obra a partir de lo producido y la experiencia.

A continuación, compartieron sus obras y sentires. Alegría, motivación, sentir, tranquilidad, bienestar y entusiasmo fueron las palabras que cada uno eligió para cerrar el encuentro.

Sesión 6: “Lo que habita en mí”. Pacientes: 4. Materiales: parlante, hojas, palabras y frases recortadas, papelitos de colores, lana y adhesivo vinílico.

Se invitó a los pacientes a seleccionar aquellas frases y palabras con las que se sentían identificados como así también elegir entre los materiales que deseaban utilizar.

Trabajaron ubicando cada frase y palabra para luego producir sentido mediante la técnica de collage. Se mostraron incentivados al momento en que iban creando, algunos incluso tarareaban la música que se escuchaba como ambientación. Al finalizar, compartieron y mencionaron lo que simbolizaba para ellos su producción, expresaron el significado de las palabras seleccionadas y de su acontecer interior. En ocasiones elaboraron de forma creativa aquello que costaba poner en palabras. Otros utilizaron las frases como su propia motivación personal.

 

 

Sesión 7: “Mi mundo sonoro”. Pacientes: 8. Materiales: instrumentos musicales (toc-toc, armónica, ukelele, flauta, xilofón, caja, panderetas, triángulo, castañuelas, maracas, etc.).

Musicoterapia activa. Se propuso explorar sonidos a través de diferentes instrumentos musicales que fueron rotando entre ellos. Luego, cada uno seleccionó el que más le gustaba para ejecutar, y en conjunto crearon una producción sonora mediante la improvisación. Fueron proponiendo ritmos por turnos y el resto acompañaba con el instrumento seleccionado.

Espontáneamente comenzaron a ejecutar ritmos suaves y lentos, y terminaron con ritmos más fuertes y sincronizados. La energía circulaba de una forma maravillosa dentro del sector de quimioterapia. Mientras producían su propia música, se esbozaban sonrisas en sus rostros, señal que el despegue emocional y el disfrute estaban emergiendo en el momento, gracias a la experiencia.

Como cierre, compartieron sentimientos y emociones. Alegría, diversión, motivación, sostén fueron algunas de las palabras expresadas.

Sesión 8: creación colectiva.

Biblioterapia. Pacientes: 6. Materiales: poemas impresos, resaltadores, hoja y lapicera.

Se invitó a leer poemas y subrayar las partes en las que se sentían identificados. Luego, se propuso un ejercicio de creación colectiva que consistía en producir un nuevo poema o texto colectivo, partiendo de los versos seleccionados anteriormente, utilizándolos como disparadores de creatividad. A partir de cada verso seleccionado fueron reflexionando, conectando con pensamientos y sentimientos, expresando sus ideas, creando nuevas frases y versos, produciendo entre todos, otorgando sentido, dando lugar a lo que sentían, pudiendo elaborarlo mediante las palabras. Fueron elaborando su poema grupal, diciendo frases, palabras, mientras “G” se encargaba de tomar nota.

El resultado fue un poema al que llamaron “El amor está en todos lados”.

Al finalizar, “G” (paciente que tomó nota y fue escribiendo lo que fueron expresando entre todos) leyó la producción, y por último, expresaron en palabras lo que sentían y pensaban a través de la experiencia.

Entre sus resonancias, “F” Destacó la importancia del amor por la vida, por uno mismo y por los seres queridos, la importancia de sentirse acompañada en el momento que atravesaba, ya sea por familiares, por los profesionales de salud o por el espacio de intervención grupal; entre lágrimas agradeció. “B” manifestó que a partir de lo producido se quedó conmovido y pensando en la belleza que se puede encontrar en lo cotidiano, más allá del proceso que vivía, poder mirar a su alrededor, el contexto, la naturaleza, sus seres queridos; como así también la valentía para vivir el presente, el talante luchador que aparece hasta en los momentos más difíciles. “H” agradeció la experiencia y mencionó que le resultó entretenido poder crear junto a otros un texto, y que le sirvió para despejarse a la vez de poder liberar lo que sentía.

En el cierre de las sesiones hubo momen tos de lágrimas, de risas, de agradeci mientos, palabras que fueron el reflejo de que el arteterapia estaba haciendo su efecto.

A modo de conclusión

En el trabajo con pacientes adultos, al comienzo existía una resistencia, que se presentaba a modo de barrera, que surgía al momento de crear. Esta se fue desvaneciendo mediante la motivación y a medida que los pacientes se aproximaban y conocían de qué se trataba la disciplina. De este modo, fueron implicándose en el proceso, animándose a explorar y mostrando buena predisposición ante cada propuesta.

Los resultados fueron realmente gratificantes. Se animaban a compartir lo producido, expresando emociones, sentimientos y pensamientos, incluso en ocasiones, como sucede gracias a lo potenciador de la grupalidad, los integrantes del grupo resonaban y se identificaban con el decir del otro que se encontraba atravesando la misma o similar situación.

En el cierre de las sesiones hubo momentos de lágrimas, de risas, de agradecimientos, palabras que fueron el reflejo de que el arteterapia estaba haciendo su efecto. Algunos pacientes mencionaban sentirse más aliviados, contenidos, agradecían el espacio para poder expresarse; otros preguntaban cuándo sería la próxima visita. Mostraban entusiasmo mientras creaban y conversaban sobre lo producido.

 

En este contexto, la implementación del arteterapia resultó ser de carácter beneficioso. Los pacientes tuvieron la oportunidad de experimentar una alternativa diferente mientras se encontraban hospitalizados.

 

 

En este contexto, la implementación del arteterapia resultó ser de carácter beneficioso. Los pacientes tuvieron la oportunidad de experimentar una alternativa diferente mientras se encontraban hospitalizados.

En este contexto, la implementación del arteterapia resultó ser de carácter beneficioso. Los pacientes tuvieron la oportunidad de experimentar una alternativa diferente mientras se encontraban hospitalizados. A través de variadas herramientas y estrategias pudieron manifestar cómo se sentían, dejando al descubierto sus miedos y temores. Encontraron propuestas que a la vez sirvieron para fortalecer la autoestima, reducir el estrés y la ansiedad, expresar sus estados de ánimo, sus sentimientos, pensamientos, y poder darles cauce a través de la creación. Como afirma Jean Pierre Klein, se trata de crear “puestas en escena imaginarias de uno mismo”, declinaciones de la propia identidad a través de formas artísticas en un proceso creativo que provoque progresivamente la transformación del sujeto creador, que le atribuya un sentido, partiendo de sus dolores y sus violencias, de sus locuras y también de sus alegrías, de la intensidad de sus ideales y de sus fuerzas oscuras, para hacer de todo ello el material para un desarrollo personal (Klein, 2006).

El arte, en todas sus formas y dimensiones, sirvió como puente “camino” para transformar el dolor. La creación no solo liberó los más profundos pensamientos y emociones, sino también en algunos casos sirvió como vía de escape, un cable a tierra o un modo de sanación donde el paciente pudo sentirse acompañado y contenido, a la vez que encontró nuevas formas de expresarse, convirtiendo su mundo interno en metáforas, y de este modo pudiendo manifestar de manera creativa aquello que le costaba poner en palabras de forma verbal.

 

 

Bibliografía

Klein, J. P. (2006). Arteterapia: Una introducción. España, Octaedro.

 

 

 

[1] Arteterapeuta (CEIAC), Especialista en TEA (Centro PsicoSocial Argentino), Diplomada en Violencia, Maltrato y Abuso Sexual Infantil (Fundación Universitaria para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

Cómo citar este artículo: 

Paterek, C. (2023). Intervención de arteterapia en el ámbito hospitalario. Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, 11, 32-37.