Experiencia arteterapéutica con personal de salud mental en tiempos de COVID-19

Marinera del Valle Matos Petit [2]

La presente investigación tuvo el objetivo de recuperar las experiencias en un taller arteterapéutico dirigido a personal de salud mental en Hospital Tipo IV durante la pandemia por COVID-19.[1]

 

 

Resumen

La implementación de arteterapia implica la disposición articulada de recursos de la salud mental y de las artes. La presente investigación tuvo el objetivo de recuperar las experiencias en un taller arteterapéutico dirigido a personal de salud mental en Hospital Tipo IV durante la pandemia por COVID-19. La aproximación metodológica fue cualitativa, basada en la sistematización de experiencias. El análisis implicó categorías como procesos personales, creativos, conciencia corporal y disfrute.

Palabras clave: arteterapia, procesos creativos, sistematización de experiencias, personal de salud mental, COVID-19.

Abstract

The implementation of art therapy implies the articulated provision of mental health and arts resources. In the present investigation, the objective was to recover the experiences in an art therapy workshop aimed at mental health personnel in a Type IV Hospital during the COVID-19 pandemic. The methodological approach was qualitative, based on the systematization of experiences. The analysis involved categories such as personal, creative processes, body awareness, and enjoyment.

Keywords: art therapy, creative processes, systematization of experiences, mental health personnel, COVID-19.

Introducción

La implementación de procesos de arteterapia en espacios hospitalarios implica la puesta en disposición de recursos disciplinarios de la psicología y de dispositivos de las artes. Se trata de crear espacios para experiencias sensibilizadoras y transformadoras mediadas por las poéticas de los lenguajes artísticos, lo cual constituye una potencialidad y representa a su vez retos para su implementación.

Resulta fundamental reconocer que la propuesta de vivencia es el lugar desde el que se invita a transitar el proceso, que pasa por la participación en el juego con los elementos y materiales, y en interacción grupal. Es allí cuando se logra la gestación de sensaciones, percepciones, emociones, pensamientos y acciones que habilitan los movimientos y momentos expresivo-comprensivos en quienes son parte de la experiencia.

El arteterapia como quehacer resignifica a las artes[3], no en torno a las estéticas finales sino a las poéticas y experiencias mediadas. Se configuran y delimitan entonces unas prácticas que estarán centradas en el camino más que en la llegada. La producción artística sirve de puente entre el mundo interior y la realidad exterior, es mediadora entre el inconsciente y la consciencia (Tedejo, 2016). Se reconoce al pensamiento creativo como base para la construcción subjetiva de la realidad.

El arteterapia busca facilitar un tiempo y un espacio donde poder encontrar este estado en el que la expresión fluya libremente en un clima de privacidad y seguridad, por lo que la creación se convierte en el vehículo para comunicarse y expresar sentimientos y pensamientos personales (Vidal, 2014; Duncan, 2007).

Se parte de la noción de persona como ser dinámico, en constante transformación subjetiva, dialogando en y con su contexto sociocultural. El proceso creativo puede decirse inicia en la percepción desde lo sensorial. Aquí los lenguajes artísticos se convierten en instancias de estímulo para la percepción y en recursos expresivos para la comunicación, funcionan a su vez como medios que habilitan y permiten la construcción de lo simbólico. Es así como el proceso transita de lo tangible percibido a la transformación para la readaptación de signos y significaciones que están dialógicamente construidos desde el ser subjetivo y su interacción sociocultural (Suess, 2007).

Winnicott, quien desarrolla en sus teorías el trabajo psicoanalítico a partir del juego[4], nos habla del espacio transicional como aquel que no está ni dentro ni fuera. Se define como una tercera zona sostenida en la experiencia en la que contribuyen la realidad exterior e interior (Winnicott, 1982).

La experiencia estético-poética tiene la potencia de ser espacio-transicional, en tanto cada experiencia arteterapéutica es análoga a una experiencia de juego, pues se construye una realidad subjetiva y transformativa desde la vivencia plenamente creadora. Este concepto se articula con el de terceridad (Gratadoux, 2009), que entenderemos como la interacción, el lugar o espacio, los contenidos creados, los observadores, el encuadre que regula las interacciones posibles y el contexto social en que la díada interactúa. Es entonces a partir de la terceridad en sus variantes que se van a posibilitar el espejamiento, el reconocimiento, la creación colectiva y la construcción de la noción de grupalidad, a partir de las resonancias y las metáforas puestas al servicio de cada encuentro.

El personal de atención sanitaria es por excelencia un equipo que se encuentra expuesto a situaciones estresantes en su cotidianidad, teniendo la constante responsabilidad que la acción médica impone en cada decisión diagnóstica e intervención aplicada clínica o quirúrgica. Más allá del ámbito del desempeño laboral, en la vida cotidiana encontramos estresores propios del contexto personal asociados a las dinámicas familiares, económicas y sociales. A esto se incorporó como estresor altamente significativo la pandemia por COVID-19. En las intersecciones de investigación que se dan entre arteterapia y su impacto explícito en la salud mental se destacan como antecedentes del presente las realizadas por Serrano Morales (2006); Freire Coqueiro, Ramos Vieira y Costa Freitas (2010); y Venegas, González y Landero (2017). Al añadirse el contexto significativo de pandemia por COVID-19, Choudhry y Keane (2021) y Hernández y Montero (2021) proponen investigaciones en las que se concluye con el reconocimiento y posicionamiento de la arteterapia como vía que ha acompañado en los momentos difíciles y que posibilita la ayuda a entender, resolver y compartir. Se reconoce en estos estudios el valor de la propia creatividad a través de la creación de la obra, como respuesta frente a la pandemia que abre un camino para reflexionar más allá, descubrir ángulos y sentidos nuevos.

Si bien hay escritos en el área de arteterapia desde principios del siglo XX, y ya se cuenta con más de sesenta años de trayectoria disciplinar reconocida en la comunidad internacional, en el caso específico de Venezuela es a partir de la creación del Programa Nacional de Formación Avanzada Artes y Culturas del Sur, y su línea de investigación en Arte Salud, que se han abierto espacios francamente orientados a desarrollar el área de estudio y accionar.

Es por ello que llevar adelante esta propuesta con el equipo de residentes médicos y psicólogos en formación de especialidad en un Departamento de Psiquiatría y Psicología Clínica de Hospital Tipo IV resulta un aporte al posicionamiento de las artes como recursos teórico-técnicos para el accionar en la salud mental en nuestro país, resaltando el impacto directo para las personas participantes del proyecto.

En el desarrollo del taller predominaron los espacios de silencio y enfoque en la búsqueda de elementos para construcción personal. Para las composiciones visuales incorporaron elementos metafóricos y literales de sus preferencias evocadas e intenciones expresivas.

 

En el desarrollo del taller predominaron los espacios de silencio y enfoque en la bús queda de elementos para construcción personal. Para las composiciones visua les incorporaron elementos metafóricos y literales de sus preferencias evocadas e intenciones expresivas.

Método

Objetivo general

Recuperar las experiencias en la implementación del taller arteterapéutico dirigido a personal de salud mental en Hospital Tipo IV, durante la pandemia por COVID-19 para reconstruir los procesos y mejorarlos en experiencias futuras.

Objetivos específicos

-Definir las características sociodemográficas de las personas participantes en las sesiones del taller arteterapéutico dirigido a personal de salud mental en Hospital Tipo IV.

-Reconstruir la ruta metodológica a partir de los recursos arteterapéuticos elegidos y su organización en el diseño de cada sesión de trabajo del taller.

-Analizar la experiencia de las sesiones de trabajo del taller arteterapéutico dirigido a personal de salud mental en Hospital Tipo IV.

-Mostrar la utilidad de la intervención arteterapéutica como propuesta para el abordaje de procesos grupales en personal de salud, a partir del análisis de la experiencia.

 

Los participantes refirieron que lograron identificar sensaciones y tensiones corporales de las que no tenían consciencia previa. Se abrió la puerta a reconocer las memorias corporales, ancladas a las experiencias subjetivas antecedentes.

 

Requerimientos de ingreso y permanencia

1. Ser médico/a residente de posgrado de la especialidad en Psiquiatría o psicólogo/a residente de posgrado de la especialidad en Clínica Mental en Hospital Tipo IV. 

2. Aceptación de Consentimiento Informado y Acuerdo de Confidencialidad.

3. Ajustarse a los acuerdos y encuadres de trabajo grupal.

Sistematización de la experiencia: análisis de la práctica

La sistematización de experiencias es una aproximación metodológica fundamentalmente cualitativa que trasciende el intercambio anecdótico y aporta a los procesos de teorización vinculando la práctica con la teoría. El análisis de la práctica es una de las formas para llevar adelante las sistematizaciones de experiencias. Se presenta una visión integrada de los momentos propuestos por Peralta (1994) y Jara (2011), y su aplicación para efectos del presente:

1. Acumulación de información (Peralta, 1994) o recuperación del proceso vivido (Jara, 2011): previo consentimiento informado y firmado por las personas participantes, se operativizó la observación longitudinal (Serrano, 2015), a través de:

a. Bitácora de encuentros, como registro observacional descriptivo llevado por la investigadora.

b. Diario de sesiones, como registro libre de experiencia llevado por cada participante al final de la sesión.

c. Transcripción de participaciones verbales de registro grabado de sesiones.

d. Registro fotográfico de las producciones escritas y gráficas elaboradas en los encuentros. La aplicación de entrevista semiestructurada individual fue empleada como estrategia para conocer las experiencias previas en actividades similares y las expectativas al incorporarse al taller.

2. Análisis de la información (Peralta, 1994) o la reflexión de fondo (Jara, 2011). Para efectos de la presente investigación las categorías de análisis se organizaron de acuerdo con los comentarios coincidentes de los participantes, en función de los temas de relevancia, los objetivos de investigación propuestos y la interpretación crítica del proceso.

3. Síntesis del análisis (Peralta, 1994) o los puntos de llegada (Jara, 2011): en este caso, la síntesis quedó desarrollada en las conclusiones propuestas derivadas del proceso.

Taller arteterapéutico

Se usaron el espacio individual, el pequeño grupo y el gran grupo como vehículos para tomar conciencia de la relación con el mundo interno, al mismo tiempo para favorecer el reconocimiento de las relaciones con el entorno (Duncan, 2007).

El diseño del taller estuvo comprendido por nueve sesiones: Fase I. Conociéndonos, de cinco sesiones; Fase II. Contamos y Creamos, de dos sesiones; Fase III. Intercuidados, de dos sesiones. Se implementaron en la experiencia: Cuento y escritura (Duncan, 2007; Bruder y Fagundez, 2020); Dibujo, pintura y collage (López, 2011); Conciencia corporal (Alcalá, 2019; Fiorini, 2006); Fotografía (Martínez, 2011). La conexión entre la experiencia simbólica y la vida cotidiana se estructura en el taller con un ritual de entrada y un ritual de salida.

Resultados

Se trató de grupo cerrado, de trece participantes. Nueve médicos y médicas cursantes de la especialidad en Psiquiatría y cuatro psicólogos y psicólogas cursantes de la especialidad en Clínica Mental. Podemos destacar un predominio femenino en una relación de dos a uno. Tres participantes eran de origen extranjero. Se trató de un grupo de edades heterogéneas, con predominio de menores de 30 años (ocho participantes).

Las personas participantes reportaron no tener experiencias previas en trabajo grupal terapéutico. El 69% refirió que ha tenido algún tipo de experiencia mediada por las artes, en orden de frecuencia aparecen artes escénicas: teatro (teatro negro y teatro clásico) y danza (danza contemporánea, ballet, danza folclórica, danza árabe, porrismo); luego música (teoría y solfeo de música, clarinete, guitarra, coral); en tercer lugar encontramos las artes plásticas representadas por la pintura, y finalmente se mencionan la literatura y el cine. En contraste con las experiencias previas en artes, solo dos personas han participado en experiencias previas de corta duración que asocien las artes y la salud.

En el desarrollo del taller predominaron los espacios de silencio y enfoque en la búsqueda de elementos para construcción personal. Para las composiciones visuales incorporaron elementos metafóricos y literales de sus preferencias evocadas e intenciones expresivas (fotografía 1). Aparecen en el discurso dualidades entre la expresión libre y las estructuras preconcebidas sobre el deber ser de la estética, comentarios como “no me gusta hacer manualidades”, “no soy creativa”, “no se me ocurre nada”, ante lo cual se les fomentaba a disfrutar la experiencia sin juzgar su producción.

En los comentarios de las personas participantes también se deja ver el disfrute experimentado y las risas fueron apareciendo de manera progresiva.

 

 

Los participantes refirieron que lograron identificar sensaciones y tensiones corporales de las que no tenían consciencia previa. Se abrió la puerta a reconocer las memorias corporales, ancladas a las experiencias subjetivas antecedentes. Apareció la necesidad de movimiento como posibilidad de transformar el estado presente y generaron acciones personales que les permitían avanzar en el cambio a la tranquilidad y satisfacción.

Ante la invitación a trabajar en conjunto con materiales compartidos en un espacio limitado y con interacción en las producciones, el grupo se permitió la posibilidad del movimiento y creación conjunta.

 

 

Los participantes refirieron que lograron identificar sensaciones y tensiones cor- porales de las que no tenían consciencia previa. Se abrió la puerta a reconocer las memorias corporales, ancladas a las experiencias subjetivas antecedentes.

 

 

El personal de atención sanitaria es por excelencia un equipo que se encuentra expuesto a situaciones estresantes en su cotidianidad, teniendo la constante responsabilidad que la acción médica impone en cada decisión diagnóstica e intervención aplicada clínica o quirúrgica.

 

Discusión

Se identifican como aciertos del diseño el empleo de actividades lúdico-creativas, lo que favoreció la creación de un clima grupal agradable, fomentó la participación y propició la apertura para el trabajo posterior, estimulando habilidades e imaginación, así como la superación de las resistencias iniciales plateadas. Esto coincide con las propuestas de Malpica (2018), en torno al concepto y pertinencia de las estrategias “rompe el hielo”.

La transición de la estructuración, análisis, explicación de cada acción a la posibilidad de creación y expresión libre fue un camino difícil de transitar. La necesidad de buscar sentido e interpretación racional a cada acción y expresión aparece de manera compartida por el grupo de participantes. No es posible tomar distancia de la ubicación contextualizada en espacio formativo de posgrado en salud mental, donde el llamado constante es precisamente a tomar los elementos que les son dados y darles sentido organizado en marcos teóricos que encuadran en diagnósticos clínicos e hipótesis psicodinámicas.

La primera aproximación limitante de la capacidad creadora fue condicionada por la idea de la estética final como prerrequisito e imposición a la expresión creativa. Este fue un elemento recurrentemente presentado. Las preocupaciones en torno al saber, a una técnica necesaria, a una forma correcta de dibujar aparecieron con frecuencia en las primeras sesiones. La invitación constante fue a no juzgar o criticar de manera negativa las producciones, lo que implica la propuesta de movimiento del lugar analítico comprensivo verbal, de las críticas estéticas de las artes e interpretaciones analíticas, hacia el lugar de las posibilidades del proceso expresivo creativo no verbal y la conexión con el disfrute. Las experiencias mediadas son el fin en sí mismo del accionar en arteterapia, transitado el proceso de flexibilización de las estructuras y búsquedas de sentido se logró llegar a nuevos puntos referenciales personales en los que aparecieron interrogantes, respuestas, reencuentros con el sí y el darse cuenta que posibilitaron el contacto con formas de hacer, de pensar, de relacionarse y andar por un camino nuevo de introspección y de expresión. Los participantes en sus evaluaciones indicaron que lograron experimentar desde el lugar del disfrute, y por ende tributante, la experiencia en conjunto a la salud, entendida como bienestar.

Referencia reiterada fue el aumento de la concentración durante la ejecución de las actividades. Las actividades propuestas fueron simples, los recursos estuvieron a disposición, son pocos los estímulos externos y todo ello creó las condiciones para dar lugar a los estímulos internos, su organización y expresión. Se ampliaron los recursos personales, en tanto el conocimiento de sí, como noción que se transforma a lo largo de la vida, tuvo acá nuevas fuentes experienciales.

La representación como forma de reproducción de la realidad fue un objetivo de las artes por muchos siglos, pero la expresión se trata de decir, no necesariamente de una realidad específica sino de sí y de la fórmula única de variables que opera para cada uno. La dualidad representación-expresión apareció en los relatos de los participantes, con una interesante elección hacia la mayor expresión. Para Vidal (2014) en el arteterapia la creación se convierte en un espacio donde poder depositar emociones profundas, enunciar sentimientos, a menudo mezclados y escasamente comprendidos, posibilitando, con la ayuda del arteterapeuta, verlos con mayor claridad y orden para que se puedan entender e incorporar de una forma más sana.

La relajación como sensación final fue reportada en la mayoría de las sesiones. Las sensaciones displacenteras identificadas generaron reacciones diversas en las personas participantes: para algunos fue solo posible identificar, para otros fue invitación al movimiento y transformar las sensaciones. Esta dualidad de reacciones implicó al compartir, que para quienes solo identificaran se autocuestionaran la naturalización del malestar y la dificultad para generar acciones de cambio. Con relación a las tensiones asociadas a emociones, fue significativo que reportaron, en tono de sorpresa, la posibilidad de asociar las emociones y las sensaciones corporales.

 

 

Bibliografía

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Bruder, M. y Fagundez, P. (2020). La Escritura como herramienta de intervención en el campo de la Arteterapia. Revista Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación (7), 18-20. www.arteterapiarevista.com.ar 

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Winnicott, D. (1982). Realidad y Juego. Barcelona, Gedisa.

 

 


[1] Adaptación para Arteterapia Revista del Trabajo Original: Transform_Arte. Experiencia Arteterapéutica con Personal de Salud Mental del Hospital Militar Universitario Dr. Carlos Arvelo. Trabajo Especial de Grado para optar al título de Especialista en Arte y Salud. Autora: Marinera del Valle Matos Petit, C.I. V- 13.492.303. Tutora: Argelia Sulbarán Arrico, C.I. V- 11.922.610. Socializado el 19 de mayo de 2023, en la sede UNEARTE Caracas, con Evaluación de Aprobado con méritos y sugerencia de Publicación.

[2] Licenciada en Psicología (Universidad Central de Venezuela), Especialista en Arte y Salud (Universidad Nacional Experimental de las Artes).

[3] Las artes entendidas como formas de creación, creatividad y simbolización, verbales y no verbales, que pasan por la aplicación técnica especíifica y especializada.

[4] Winnicott (1982) propone que el juego es en sí mismo terapia,. sSin necesidad de interpretación. Es creativo y enseña un camino que lleva a la vida. Es importante entender el espacio intermedio. El espacio que se abre entre nuestro mundo subjetivo y el mundo exterior. El espacio intermedio entre el YO y el no-YO.

Cómo citar este artículo: 

Matos Petit, M. D. V. (2023). Experiencia arteterapéutica con personal de salud mental en tiempos de COVID-19   Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, 11, 38-44.