Abrazo, una obra puente

Abrazo es una obra de arte colectiva realizada por personal y pacientes del grupo de arteterapia del Hospital público “Dr. José Penna” de la Ciudad de Buenos Aires, exhibida en el Carrousel du Louvre, París, los días 19, 20 y 21 de octubre.

Se trata del primer Hospital público que representa a la Argentina en el exterior con una obra colectiva. Su elaboración fue coordinada por Mariela Ballesta, arteterapeuta y técnica en prácticas cardiológicas del Hospital.

La historia comenzó con la invitación de Diego Real, artista plástico argentino y creador de Artes Reales, a Mariela, para representar a la Argentina en la Semana del Arte en el Carrousel du Louvre, París, con una obra a crear por el grupo de arteterapia del Hospital Penna. Ante la iniciativa, el grupo respondió con total entusiasmo y aceptación, sabiendo que tendrían que transitar por diversos desafíos económicos, creativos y de coordinación, entre otros.

El director del Hospital, Gustavo San Martín, y su asesor, Luis Deluca, apoyaron la propuesta desde el momento en que les fue comunicada, y el grupo decidió realizar una obra con la cual todos se sintieran representados.

La primera etapa consistió en la observación de los registros fotográficos que mostraban lo que se había realizado en los talleres y encuentros que tuvieron lugar en el Hospital. El propósito fue ver cuáles habían sido las temáticas que atravesaron a los pacientes y profesionales de la institución. Las más relevantes que surgieron fueron las relacionadas con los sueños, la ilusión, la emoción, el acompañamiento, el amor, la luz y la vida.

En la segunda instancia, se presentó la propuesta a los pacientes del grupo de Arteterapia del Templete,1 quienes la recibieron con mucho entusiasmo. En ese momento surgió la creación colectiva del fondo de la obra; se invitó a todos a poner su impronta en el cuadro y, juntos, eligieron y prepararon los colores, el blanco, el celeste, el rosa y el plateado. El cuadro fue pasando entre los participantes, cambiando de posición, girando, cada uno de ellos pintó determinada área.

Con el fondo coloreado, el equipo de profesionales formado por Marisa Iglesias, Sara Muniz, Alicia Biasotti, Silvia Troiano, Gabriela Pistoia, Adrián Amer y Jorge Echeverría, se reunió para definir los siguientes pasos. El objetivo era transmitir en el cuadro el sentir que acompañó a los participantes. Surgió entonces la necesidad de incluir a los fotógrafos, por lo tanto, en un tercer paso, fueron convocados para llevar al encuentro una foto significativa, que los conectara con emociones. Eligieron una imagen de Jorge Echeverría, enfermero del Hospital, e hicieron una dinámica denominada “registro de piel”; escuchando la música de Marcelo Mesquida, se agruparon de a dos y, con los ojos cerrados, realizaron un recorrido de registro sensorial por las manos del compañero, sintiendo sus partes blandas, suaves, ásperas, arrugas. Ambos acariciaron y fueron acariciados. La experiencia les provocó una gran emoción y sensaciones de cariño y contención. De esa manera surgió la palabra acompañamiento y el gesto de abrazo que se le da a un paciente cuando llega al Hospital. Entonces decidieron que era lo que querían transmitir en la obra.

A partir de ese momento, el cuadro pasó a manos de las artistas plásticas Marisa Iglesias, colaboradora de arteterapia, Sara Muniz, técnica de anatomía patológica, Gabriela Pistoia, instrumentadora quirúrgica, María Cristina Pereyra, instrumentadora de quirófano de urgencia, y Mariela Ballesta, quien acompañó y coordinó el proceso. Ellas pintaron las figuras sobre otro soporte para luego incorporarlo sobre el fondo ya pintado. Utilizaron tintas y acrílicos, y el vestido de la mujer lo hicieron con gasa del hospital. Luego, decidieron dividirse las funciones: una retocó la pollera, otra se dedicó al pelo, una más al cuerpo, y así con toda la obra para, finalmente, lograr la forma que estaban buscando.

Merece ser destacado que los participantes de este trabajo estaban creando una obra colectiva con la cual querían transmitir las vivencias que ocurrían en el Hospital Penna, pero solo podían hacerlo en una representación pictórica que se expondría en el Carrousel du Louvre, en París. Mariela comentó que quienes más disfrutaron del proceso y actuaron de manera más espontánea fueron los pacientes que pintaron el fondo de la obra.

Una vez finalizada la obra, fue presentada en el Hospital. La convocatoria fue enorme, así como también la repercusión entre los pacientes, familiares y profesionales. Mariela comentó que “estaban todos muy emocionados” y recalcó que esa oportunidad permitió difundir el trabajo que realizaban desde el arteterapia en el Hospital Penna.

Quizás lo que vuelve tan especial a esta obra es la expresión concreta del trabajo que se realiza en el Hospital, fruto de la unión de voluntades de enfermeros, médicos, directivos, técnicos, pacientes, administrativos, entre otros colaboradores. Esa fuerza y unión se transmitió enteramente en la obra.

Finalmente, la obra llegó a París unos días antes de la inauguración de la apertura de la exposición, por la gestión de Diego Real. Mariela Ballesta y Nancy Antunovich, cirujana plástica y fotógrafa, viajaron a la muestra “Art Shopping París”, en representación de los integrantes de “Arte en el Penna”.

Arteterapia en el Hospital Penna

Mariela Ballesta, quien está a cargo de las actividades de arteterapia en el Hospital, es artista plástica y arteterapeuta. Hizo danza, psicodrama y se formó en el conservatorio “Manuel de Falla”. Además, es técnica en prácticas cardiológicas.

Coordina un grupo de arteterapia de unos veinte integrantes en El Templete. Ellos trabajan con diferentes lenguajes artísticos, como el psicodrama, la danza movimiento y la plástica, entre otros. Los pacientes son derivados desde las áreas de Oncología y Neurocirugía del Hospital, y también de la Comuna 42 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que tiene una subsede allí. También se reciben a pacientes en el Hospital, y se trabaja en un espacio designado especialmente para arteterapia. El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el año 2017, los nombró grupo oficial de trabajo de arteterapia.

Además, junto a un equipo de treinta profesionales de la institución del programa “Cuidar al que cuida” –integrado por médicos y enfermeros que además son músicos, fotógrafos y artistas plásticos–, realizan diversas propuestas tales como biblioterapia, fotografía, música, poesía y narraciones, entre otras.

Conocer a este grupo de trabajo me permitió ver el recorrido de la obra titulada Abrazo, desde sus inicios en el barrio de Parque Patricios de la Ciudad de Buenos Aires, hasta que partió a su destino final, París. Se trata de una obra a la cual percibo como un puente: el arteterapia viaja de lo más íntimo a lo público; al conocimiento de muchas personas que tal vez nunca escucharon hablar sobre dicha práctica. Y esa labor de difundir es tan valiosa como el trabajo de servicio profundo que ocurre puertas adentro, en la intimidad de un proceso arteterapéutico.

El grupo del Hospital Penna plasmó en esa obra lo que significa el arteterapia para ellos, y lo compartieron con el mundo entero.

Catalina Villola

 


Mariela Ballesta desde París

¿Cómo fue el proceso de exponer la obra?
Colgamos el cuadro en el stand entre los argentinos que exponíamos. Éramos veinte expositores, quince estábamos allá en París. El primer día que fue la inauguración, hubo una vernisagge para los artistas.

¿Qué preguntas realizaban sobre la obra?
A cada persona que se acercó le dimos postales que tenían, en una cara, la foto de la obra, y detrás, una indicación en tres idiomas: español, inglés y francés, comentando que era una obra de pacientes y personal del Hospital Penna. Algunos preguntaban qué era el arteterapia, dónde estaba el Hospital, qué hacía yo en el grupo y si era para niños. Fue un intercambio interesante.

¿Qué sentís que fue lo más original o novedoso del planteo que hicieron para llevar la obra a París?
Todos los pasos del proceso fueron novedosos para nosotros y para los que veían la pintura, ya que se sorprendían del hecho de que se tratase de una obra que no estuviese realizada exclusivamente por artistas. También lo fue el collage con las gasas del hospital en la pollera de la mujer, eso marcó una original diferencia.

¿Qué lecciones podrías compartir de este proceso?
Logramos aprender a trabajar en equipo, a pesar de lo dificultoso, tuvimos que aprender a ceder y a escuchar al otro mucho más. Fue una gran responsabilidad para cada uno que intervenía poner la mano en la obra y sentir que podía arruinar lo que había realizado el otro. También resultó complejo crear algo que no fuese propio. Fue un aprendizaje para todo el equipo, nos regaló un proceso de unión muy significativo, no solo al grupo sino al resto del hospital y a los pacientes.

¿Cuáles fueron las repercusiones?
Fueron magníficas. No encuentro adjetivo para describir lo que significó para mí estar ahí, no hay palabras, lo tendría que pintar. Fue maravilloso intercambiar saberes con gente de otros países. Estar en ese lugar fue espléndido. Observar a los que se acercaban a nuestro espacio para conocer el arteterapia. Los integrantes del stand de Brasil sabían de qué se trata, también la gente de Alemania, España y Bélgica. Las repercusiones fueron fantásticas. Aunque no nos entendíamos por el idioma, muchos con los que compartíamos se ponían la mano en el pecho, expresándonos su emoción. Todos los que visitaron el stand se llevaron postales de la obra y pins que decían: “Buenos Aires, Argentina, Arteterapia, Hospital Penna”.


Notas

1 Es una antigua confitería recuperada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos, ubicada a 200 metros del Hospital Penna. En este lugar se realizan talleres de arteterapia con pacientes del Hospital.

2 Esta Comuna está integrada por los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya. La Ciudad de Buenos Aires se encuentra organizada en 15 Comunas. En ella se desarrollan, entre otras, actividades sociales.