La perspectiva de género y su relevancia para el arteterapia con mujeres vulneradas y excluidas

Resumen

Se presenta una breve reseña de la tesis doctoral “Arteterapia con Enfoque de Género. Encuentros creativos con mujeres vulneradas y excluidas de la comunidad de Madrid”. Se trata de un trabajo inédito leído el 2 de julio de 2012 en la Universidad Autónoma de Madrid, Facultad de Formación de Profesorado y Educación, Departamento de Educación Artística, Plástica y Visual, Programa de Doctorado en Educación. Esta investigación concluyó que el arteterapia con enfoque de género crea espacios terapéuticos para que las mujeres mejoren su autoestima y desarrollen su empoderamiento. Con ello se pudo abordar la vulnerabilidad y exclusión social, potenciando la calidad de vida, la no violencia, la inclusión social y el resguardo de los derechos de todas las mujeres.

Palabras clave: arteterapia, género, mujeres, inclusión, empoderamiento.


Introducción

Uno de los mayores aprendizajes que obtuve durante los seis años en los que realicé esta investigación fue aceptar que no hay respuestas para muchos de los procesos creativos que se dan en arteterapia. Estos procesos tienen relevancia como expresión simbólica, en casos de situaciones vitales por las que atravesaban las mujeres vulneradas y excluidas del estudio. Otros aspectos dicen relación con el silencio y las imágenes que se realizan en un espacio de intervención arteterapéutica, estas otorgan reparaciones, ofreciendo opciones para avanzar en la calidad de vida de las mujeres.

El arteterapia como disciplina pone énfasis en los materiales, las técnicas y métodos, así como en el vínculo usuaria/paciente, obra y arteterapeuta. De acuerdo con Winnicott:

Para ser creativa, una persona tiene que existir y sentir que existe, no en forma de percatamiento consciente sino como base de su obrar. La creatividad es, pues, el hacer que surge del ser. Indica que aquel que es, está vivo. El impulso puede estar adormecido, pero cuando la palabra “hacer” se torna apropiada, entonces ya hay creatividad (Winnicott, 1993, p. 48).

En el proceso creativo las personas podemos acceder a aquellas situaciones de abuso y vulneración que se han generado producto de la exclusión y violencia que se puede haber vivido en diferentes etapas de la vida. El espacio arteterapéutico es seguro, y a partir de ello se va alcanzando un diálogo interior para avanzar hacia la recuperación y reconciliación con lo que se ha perdido o se tiene quebrado. Como arteterapeuta, se acompaña en la toma de conciencia, la necesidad de un bienestar, el autoconocimiento y la construcción de la identidad para seguir con la vida, como en el caso de las mujeres de la investigación.

El enfoque de género se introduce considerando que no existe la categoría mujeres, entendiendo que la identidad es propia de cada una. Esta mirada se sitúa además en las ideas de no esencializar y considerar una feminidad naturalizada. Según Lauretis (2000), el género representa no un individuo, sino una relación, y una relación social que determina dentro del imaginario social las formas de ser hombres o mujeres, adquiriendo implicaciones concretas y reales en la vida de las personas, tanto a nivel social como individual.

Por otra parte, el arteterapia con enfoque de género se instala en un espacio diferente al de los grupos de arteterapia para mujeres, al tener estos últimos una visión más neutral en las problemáticas femeninas, dejando de lado la mirada desde la teoría feminista en psicoterapia.

Justificación

La exclusión social sigue siendo un problema del siglo XXI, las políticas públicas, educativas y de salud intentan que las personas ingresen a los beneficios de los sistemas sociales, pero la violencia y la pobreza que pueden darse en las diferentes esferas sociales potencian la vulnerabilidad de los derechos de las personas y principalmente de las mujeres.

La feminización de la pobreza incluye a mujeres que no cuentan con los medios económicos suficientes para subsistir. Muchas de ellas ejercen liderazgos familiares, y en la mayoría de los casos la vivienda y el acceso a la educación, salud y cultura son precarios. También las mujeres que no han tenido opción para escoger la maternidad o la viven en absoluta soledad, discapacitadas, migrantes, víctimas de violencia de género, drogodependientes, privadas de libertad o en situación de calle, son quienes transitan entre la vulnerabilidad y la exclusión social dentro de la sociedad y la cultura.

Otro aspecto que debemos considerar es que las mujeres ejercen las denominadas “cadenas de cuidados”, es decir, asumen el costo de la cohesión social, lo que implica hacerse cargo del bienestar y los cuidados familiares. Frente a esta realidad, la pregunta ¿por qué las desigualdades entre mujeres y varones se resisten ferozmente a desaparecer? se hace indispensable.

En esta tesis doctoral se abordaron las principales fuentes de vulnerabilidad y exclusión que afectan a las mujeres, sin importar su origen, género o condición social. Estos contenidos se consideraron en el marco teórico. A continuación, se detallan brevemente cada una de ellas:

  1. Trabajo: se aprecian importantes desigualdades en el empleo y las opciones de inserción laboral. Las mujeres siguen encargándose del trabajo doméstico, insertas en lo denominado “el mundo privado”. Con ello, es escasa la posibilidad de alcanzar una autonomía económica y eliminar la denominada “brecha salarial”.
  2. Ciudadanía y participación: se reconocen como los primeros avances en la igualdad para las mujeres el acceso a la educación y el derecho al voto. Sin embargo, el ingreso a la política y a los puestos de toma de decisiones sigue siendo mayoritariamente para los varones. De esta manera, las mujeres no logran equidad dentro de una comunidad y, con ello, acceder a una ciudadanía plena. Así quedan expuestas a no poder ejercer sus derechos.
  3. Maternidad: es un aspecto relevante en la cosificación de las mujeres. Todavía se mantiene el mito de una condición natural hacia el ejercicio de la maternidad, juzgando en las esferas familiares y sociales a aquellas mujeres que por biología no pueden, o bien, optan por no ser madres. El patriarcado es el responsable de ejercer violencia hacia los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Desde los años 50 la teoría feminista y los estudios de género vienen instaurando el modelo de una maternidad como construcción social, invitando a reconocer las sombras y sobrecarga que implica ser madre.
  4. Migración: las guerras, la trata, la búsqueda de mejores oportunidades laborales para salir de la pobreza, la oferta de trabajos feminizados y la violencia de género han llevado a que las mujeres migren. Estos procesos incluyen discriminaciones, abusos, y muchas veces se enmarcan en procesos de ilegalidad.

A partir de lo expuesto, la investigación se estableció desde un arteterapia interdisciplinar de teoría y práctica psicosocial. Para las intervenciones arteterapéuticas se incluye el enfoque de género, que tiene como punto de partida el reconocimiento de la subordinación social y política de las mujeres. En tal sentido, este estudio permitió contribuir al fortalecimiento de la autoestima y el empoderamiento, aspectos centrales para que las mujeres puedan reactivar sus habilidades y potencialidades personales, así como reconocer los derechos que tienen dentro de la sociedad en la que viven.

Metodología

Se establece como una investigación mixta cualitativa y cuantitativa, observacional y participativa, con una orientación teórica y práctica que corresponde al enfoque de género y/o la perspectiva feminista. De acuerdo con Haraway (1995) se considera que todo conocimiento es inacabado y provisional, reconociendo las limitaciones derivadas del momento de transformación en que se llevó a cabo el trabajo de campo, los acontecimientos personales y la evolución de los contextos de vulnerabilidad, violencia y exclusión de las mujeres. El carácter observacional proviene de las investigaciones sociales, educativas, artísticas y terapéuticas. Esto se refiere a que con el objeto de estudio se organizan las observaciones, las reflexiones, los análisis, la comprensión de los procesos creadores, del lenguaje artístico y de los procesos terapéuticos (Del Río, 2004).

El problema de investigación planteado fue: ¿una metodología de arteterapia con enfoque de género puede favorecer la inclusión social en mujeres vulneradas y excluidas?

 Supuestos

  1. Los grupos de arteterapia con enfoque de género fomentan ampliamente, por medio de los encuentros y procesos creadores, el desarrollo de la autoestima, autonomía y empoderamiento en las mujeres.
  2. El arteterapia con enfoque de género es una disciplina dentro de las psicoterapias que puede ayudar a propiciar la igualdad de oportunidades y trato entre mujeres y hombres. Entendiendo la igualdad como un derecho que permite avanzar a la sociedad en su conjunto.

En esta reseña, por razones de extensión, se presenta solo el objetivo general de la investigación: Contribuir al conocimiento de sí misma y al desarrollo de la autoestima, autonomía y empoderamiento para favorecer la inclusión social de las mujeres vulneradas o excluidas por razones sociales, como son: el empleo, la ciudadanía, la participación, la maternidad, la migración y el género, a través de una metodología de arteterapiaon enfoque de género, en grupos de mujeres de la Comunidad de Madrid.

La investigación en arteterapia en el ámbito psicosocial y de género es parcial porque, por una parte, están los elementos subjetivos que corresponden a la persona y, por otra, nos encontramos con la particular realidad que se da en el espacio o contexto arteterapéutico, como son las imágenes, los materiales, el proceso creativo y un arteterapeuta. Con lo cual, alcanzar toda su diversidad es improbable, solo se podrá especificar una parte de la realidad.

Las instituciones y personas de estudio consideras para esta tesis fueron:

  1. La Concejalía de Mujer del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz. Las mujeres que participaban tenían edades entre los 29 y 78 años, y se identificaban como: mujer, viuda, abuela, casada, divorciada, en pareja, soltera, madre, con o sin hijas o hijos, heterosexual, vulneradas, víctimas de violencia o excluidas.
  2. La Fundación Madrina. En su gran mayoría, las mujeres eran migrantes latinoamericanas, de nacionalidad rumana y marroquí, y por último, algunas mujeres-adolescentes españolas. Estaban embarazadas o tenían bebés de pocos meses de vida. Vivían en el piso de acogida de la Fundación y se identifican como: mujer, soltera, madre, heterosexual, vulneradas, violentadas o excluidas sociales.

 Arteterapia con enfoque de género

El enfoque de género en un grupo de arteterapia para mujeres impulsa una reflexión sobre su condición de mujer; se orienta en la tarea de ayudar a comprender a muchas mujeres cuál es su situación, debido a que algunas de ellas tienen dificultades o no han aprendido a ver. De acuerdo con Hogan (1997), en el contexto del arteterapia feminista el espacio no se ve como algo neutral. El contexto y las imágenes producidas son parte de un sistema más amplio de significados. Por lo tanto, situar al feminismo en el espacio arteterapéutico conlleva a impulsar la resignificación de situaciones violentas por el hecho de ser mujeres. “Arteterapia con enfoque de género propone la relación entre las demandas de las mujeres, la perspectiva feminista y las indagaciones que el arte permite en un espacio arte terapéutico (Hauser, 2012, p. 204).

Para las intervenciones en mujeres vulneradas en sus derechos y excluidas, los temas principales que se promueven en un grupo de arteterapia con enfoque de género son la autoestima y el empoderamiento. Estos brindan aportes trascendentales, se rebelan contra aquellas prácticas que adormecen a las mujeres y buscan cuestionar aquellas estructuras sociales que colocan a las mujeres al borde de su propia extinción como persona. Por todos estos motivos, el posicionamiento feminista y el enfoque de género brindan el sustento necesario para construir un arteterapia éticamente comprometida en sembrar en las mujeres la tendencia a desarrollar espacios de crecimiento personal que propicien la inclusión social y la no violencia.

Otro aspecto a comentar es cómo se estructuran las sesiones; en cada uno de los grupos una sesión cuenta con tres partes: inicio, proceso de creación y momento para compartir / cierre de la sesión.

El inicio lleva implícito la recepción de las mujeres. Mientras ellas firman el cuaderno de asistencia se da un tiempo para conversar sobre lo que desean. Luego se proponen imaginerías, visualizaciones, ejercicios corporales o de relajación a modo de herramientas que facilitan el “desbloqueo creativo” que pueden presentar. Concretamente, estas actividades permiten que las participantes movilicen sus registros corpóreos y los incorporen a sus creaciones; ellas toman contacto con su propio cuerpo, con las sensaciones y percepciones, van apareciendo de manera paulatina sentimientos o emociones. Como apunta Héctor Fiorini (1995), la necesidad de actuar, de comprometer al cuerpo para poder sentir-pensar-verbalizar con una intensidad y autenticidad nueva. En algunos grupos no fueron presentadas estas actividades; las mujeres llegaban, se saludaban y lentamente iban acercándose a los materiales, no había ningún tipo de consignas

Luego, pasaban al momento en el que cada mujer se encuentra con su capacidad de exploración, de creatividad y entra en una comunicación consigo misma. Surgen los primeros trazos, bocetos, elección de colores, mezclas de materiales, etc. Se produce un “encuentro” que resulta bastante complejo de poder describir con palabras, aparece el placer de la creación. En palabras de Omenat:

Este placer que genera la creación es uno de los elementos con los que trabaja el arte terapia y que impulsa a quien crea a seguir creando. En el contexto terapéutico el proceso creativo pone a menudo al paciente en contacto con sus posibilidades y sus capacidades (Omenat, 2006).

Sin embargo, durante los procesos creadores, en algunas ocasiones se producen imprevisiblemente recorridos que conducen al conflicto. Considero que la estrategia es no ignorar lo que está sucediendo, ni tampoco adentrarse en él, sino por el contrario, la idea es “rodearlo”. En este sentido, no se puede olvidar que en arteterapia solo quien crea una obra puede interpretarla, ya que como las palabras y las imágenes tienen una representación polisémica, no se puede aminorar su contenido más o menos manifiesto.

Finalizada su imagen, dentro del espacio denominado “proceso de creación” viene un tiempo donde cada mujer toma distancia y observa su obra; estas acciones incluyen una reflexión personal. Es el momento donde se incentiva la observación entre la creadora y su obra, es una mediación para que dentro de lo posible la recepción del contenido que lleva implícita la imagen sea visualizada y adquiera significado para su autora.

Después de la observación de una obra se inicia la tercera parte de una sesión: es el momento para compartir con el grupo y el cierre de la sesión. Si lo desean, las mujeres pueden comentar, reflexionar, compartir e intercambiar impresiones sobre el proceso creador de sus objetos artísticos. También es el espacio para poder hablar en el grupo sobre las experiencias vividas o cómo se fueron sintiendo durante la sesión. Asimismo, a partir de las obras, paulatinamente se va dejando el lenguaje plástico-visual, para introducirse en el lenguaje oral, de las palabras, de las metáforas. Durante este tiempo se conversa sobre momentos conflictivos de sus procesos creadores, situaciones de sufrimiento, desigualdad, malos tratos o tristeza por los que han atravesado a lo largo de sus vidas, problemáticas que dicen relación con los estereotipos esperados para su género. Surgen además aspectos positivos o alegres de sus historias, recuerdos o experiencias.

 

Conclusiones

Las conclusiones que aquí se presentan corresponden a los resultados de las intervenciones con los grupos de arteterapia con enfoque de género. Estas surgen a partir del análisis de las encuestas de opinión contestadas por las mujeres al finalizar los grupos.

  1. Se comprobó la validez de los supuestos del estudio y se pudo afirmar que los grupos de arteterapia con enfoque de género promueven el desarrollo de la autoestima, autonomía y empoderamiento en las mujeres.
  2. Las mujeres son capaces de reflexionar acerca de la discriminación que experimentan por el hecho de ser mujeres, y también sobre la toma de conciencia de sus derechos como tales.
  3. La metodología de arteterapia con enfoque de género contribuye al conocimiento de sí mismas y al empoderamiento para favorecer la inclusión social de las mujeres vulneradas o excluidas por razones sociales.
  4. En los grupos de mayor duración, las mujeres reconocen sentirse mejor, que aprenden de sus historias y de las experiencias de sus compañeras. Se fortalecen los vínculos de confianza entre las participantes y la arteterapeuta/investigadora.
  5. Trabajar desde un enfoque de género en arteterapia da la posibilidad de reflexionar en conjunto, y a través de las obras, sobre los derechos de la mujer. Además, ayuda a la creadora a conectarse consigo misma, a descubrir su capacidad y potencial creativo, y de esta manera, poder realizar cambios en su forma de enfocar y enfrentar su vida.
  6. Se reconoce favorablemente que el grupo ayuda a las mujeres a conocerse mejor, así como a fortalecer su identidad como género femenino.

Reflexiones finales

Es importante señalar que han pasado siete años desde la defensa de la tesis doctoral, el arteterapia ha ido avanzando en la investigación y han ido aumentando las publicaciones; la disciplina se va reconociendo en más países. Además, las intervenciones en vulnerabilidad, exclusión y violencia son cada vez más solicitadas en el ámbito psicosocial y comunitario. Por otra parte, los movimientos feministas desde 2018 han vuelto a revolucionar el planeta, se habla de una cuarta ola. Latinoamérica sigue pendiente de conseguir una real igualdad de derechos y trato entre mujeres y varones.

Trabajar desde un arteterapia con enfoque de género o perspectiva feminista requiere de arteterapeutas formadas en estos enfoques teóricos. Con estas competencias es posible asumir y acompañar con un abordaje terapéutico las problemáticas de las mujeres vulneradas, violentadas y excluidas.

Las temáticas de empoderamientos y autoestima apuntan a construir un arteterapia con enfoque de género éticamente comprometida en sembrar en las mujeres la tendencia a desarrollar espacios de crecimiento personal y espacios sociales con inclusión social.

Bibliografía

Del Río, M. (2004). Creación artística y enfermedad mental. (Tesis doctoral). Universidad Complutense de Madrid.

Fiorini, H. (1995). El psiquismo creador. Buenos Aires: Paidós.

Haraway, D. (1995). Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la Naturaleza. Madrid: Cátedra.

Hauser, J. (2012). Arteterapia con Enfoque de Género. Encuentros creativos con mujeres vulneradas y excluidas de la comunidad de Madrid. (Tesis doctoral). Universidad Autónoma de Madrid.

Laurentis, T. de (2000). Diferencias. Etapas de un camino a través del feminismo. Madrid: Horas y Horas.

Hogan, S. (1997). Feminist Approaches to Art Therapy. By Routledge. 11 New Fetter Lane, London EC4P 4EE. Simultaneously published in the USA and Canada by Routledge, 29 West 35th Street, New York 10001.

Omenat, M. (2006). Arteterapia con mujeres que han sufrido violencia de género: valor y uso del objeto artístico. En Coll Epinosa, F. (coord.). Arteterapia: Dinámicas entre creación y procesos terapéuticos (pp. 225-264), Murcia: Servicio de Publicaciones, Universidad de Murcia.

Winnicott, D. (1993). El hogar nuestro punto de partida. Buenos Aires: Paidós.

* Dra. en Educación. Aplicaciones del Arte en la Integración Social y Máster en Estudios Interdisciplinares de Género por la Universidad Autónoma de Madrid. Arte Terapeuta, Universidad de Chile. Licenciada en Educación, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE). Directora de proyectos en la ONG Escuela de Empoderamiento Amanda Labarca. Docente universitaria.

Cómo citar este artículo:

Hauser Dacer, J. (2019). La perspectiva de género y su relevancia para el arteterapia con mujeres vulneradas y excluidas. Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, 2 (4). Recuperado de: https://arteterapiarevista.ar/la-perspectiva-de-genero-y-su-relevancia-para-el-arteterapia-con-mujeres-vulneradas-y-excluidas/