Resumen

El presente artículo describe un resumen de las sesiones que se llevaron a cabo en el programa “Arteterapia y recursos psicoexpresivos en el trabajo de identidad personal y construcción del proyecto de vida” en modalidad virtual. Este programa se diseñó y realizó para optar por el título de Máster en Arteterapia y Terapias Psicoexpresivas del Instituto Avanzado de Salud & Educación (España). Se trabajó con un grupo de cinco mujeres con edades comprendidas entre 28 y 58 años en un número de diez sesiones de dos horas cada una, una vez por semana. Se empleó el Modelo Psicoexpresivo, creado por la institución, y se obtuvieron resultados satisfactorios. Todas las participantes tenían dudas sobre su proyecto de vida, y al final, concluyeron de manera colectiva que la intervención arteterapéutica había sido esclarecedora al respecto y les ayudó a reconectar con su lado lúdico y creativo.

Palabras clave: arteterapia, recursos psicoexpresivos, proyecto de vida, identidad, participantes.

El Modelo Psicoexpresivo^® fue creado por Marcelli Pereira Ferraz y propone que la Psicoexpresión fue la fuerza que impulsó nuestro desarrollo hace millones de años y hoy nos diferencia de nuestros ancestros homínidos. Hasta ahora, la hipótesis que sostiene en su investigación es que este aspecto diferenciador surgió en el momento evolutivo del Australopithecus para responder a su necesidad de expresión de angustia psíquica, ante el aparente entendimiento de la muerte como la finitud del ser, que en ese momento empezaba a aparecer y que, ante la incapacidad de expresión verbal (como hoy la conocemos), comenzó a usar otros medios expresivos.

La psicoexpresión es una fuerza diferenciadora provista de función simbólica, una potencia creadora y el núcleo germinal de la creatividad. Nos permite generar estrategias de adaptación ante las demandas y cambios ambientales de la actualidad y afrontar la propia angustia psíquica mediante canales expresivo-creativos.

La psicoexpresión nos permite generar estrategias de adaptación ante las demandas y cambios ambientales de la actualidad y afrontar la propia angustia psíquica mediante canales expresivo-creativos.

Dentro de su modelo, Pereira propone el uso de los recursos psicoexpresivos para promover la expresión y el diálogo consigo mismo y entre el grupo dentro de una sesión psicoexpresiva. Al respecto, sostiene: “entendemos por recursos psicoexpresivos los objetos, actividades y medios que favorecen la expresión con el otro y consigo mismo, facilitando la interrelación y el aprendizaje cooperativo y significativo” (Pereira, 2021, p. 58). En el mundo que habitamos existen infinidad de medios que podemos usar para la expresión. Continúa la autora:

No existen recursos fijos, todo sirve a esa función. Un juego, un pincel, un instrumento, una caja, música, una marioneta, un pedazo de tela, un montón de basura, un escenario o simplemente la voz, pueden ser recursos a partir del momento que promueven la expresión (Pereira, 2021, p. 58).

Los recursos psicoexpresivos que enfatiza en su modelo son: recursos ritualísticos, recursos sonoros, recursos oníricos, recursos lúdicos, recursos psicocorporales, recursos dramáticos, recursos psicoplásticos, recursos multisensoriales, recursos narrativos, recursos digitales.

Descripción del grupo y metodología

Se trabajó con cinco mujeres dominicanas, psicólogas, con edades comprendidas entre 28 y 58 años. Sentían dudas sobre el rumbo que estaban tomando sus vidas y los cambios que, inevitablemente, iban a tener sus proyectos personales. No conocían la arteterapia, pero tenían mucha curiosidad y estuvieron dispuestas a participar durante todo el programa arteterapéutico.

Este grupo experimentaba una fuerte identificación con su rol profesional, y se observó una dificultad para prestar atención a otros roles de su vida. En un principio, actuaban como si estuviesen tomando clases y recogían técnicas que podrían aplicar en sus sesiones profesionales, lo que llevó a la facilitadora a priorizar la revisión de la identidad.

Fue muy impactante y enriquecedor observar la manera en que la virtualidad no anulaba la presencia. Allí estaban, juntas en un encuentro presencial, aun cuando cada una habitaba un espacio físico diferente.

Las sesiones se llevaron a cabo en modalidad online. Fue muy impactante y enriquecedor observar la manera en que la virtualidad no anulaba la presencia. Allí estaban, juntas en un encuentro presencial, aun cuando cada una habitaba un espacio físico diferente, mostrando sus rostros y cuerpos a través de una ventana virtual que les invitaba a encontrarse y relacionarse.

Descripción de las sesiones (resumen)

Sesión 1
¿Quién soy hoy?

Se propuso a las participantes responder en una hoja a la pregunta: ¿quién soy hoy? Y acompañar la respuesta con una obra plástica. Se les pidió que en una bolsa de papel dibujaran su retrato en frente y luego dentro metieran objetos que pudieran representar partes importantes de su identidad en el presente. Comentaron no tener muchos objetos y terminaron dibujándolos. Surgieron respuestas como: “soy una mujer bendecida”, “no sé responder a esta pregunta”, “soy una madre.”

Sesión 2
Mi historia de vida

Se propuso la creación de un collage que contara la historia de vida de cada una. Hubo libertad sobre los acontecimientos a narrar. En la cosecha grupal, las participantes coincidieron en que Dios es una parte fundamental de su vida. Se conectaban mucho desde este espacio.

Sesión 3
Mis sueños y anhelos

Se comenzó con una actividad de activación psicoexpresiva pidiéndoles a las participantes que sobre un papel pintaran con sus dedos al ritmo de una pista musical. Posteriormente se les invitó a escribir sus anhelos y sueños en un papel y luego darles una identidad física con plastilina, que presentaron como en una galería de arte. Las participantes reflexionaron respecto de los obstáculos que percibían entre ellas y sus metas.

Sesión 4
Emociones y metas

Se les invitó a representar cómo se sentían al iniciar la sesión con una postura corporal. Se observó incomodidad en este ejercicio. Las participantes hablaron sobre su semana y las dificultades que encontraban en sus trabajos. La facilitadora les leyó un cuento y luego las invitó a reflexionar acerca de aquellos afectos que más experimentaban cuando se encontraban frente a un obstáculo. Luego desarrollaron una historia entre todas y la dramatizaron. Hubo mucha resonancia con la inseguridad, la frustración y la ansiedad.

Sesión 5
Mi FODA[1]

Se inició con una meditación y un ejercicio de escucha grupal. Posteriormente se invitó a las participantes a hacer un dibujo de sí mismas y representar sus fortalezas y debilidades con plastilina, así como las amenazas y oportunidades que percibían del entorno y que podían contribuir u obstaculizar la materialización de sus metas de vida. Las participantes empezaban a conectar mucho más consigo mismas a través de sus producciones artísticas.

En esta sesión y las anteriores se observaron algunos elementos compartidos entre las participantes: autosabotaje, sensación de no estar haciendo suficiente y necesidad de mantenerse “haciendo” en todo momento, llenando todos los espacios.

Sesión 6
Mis máscaras

Se propuso crear máscaras como representaciones de los distintos roles que ocupaban en sus vidas. Esta sesión fue útil para identificar los esfuerzos que se hacen para mantener un rol y una actitud siempre positiva, aun cuando se está viviendo mucha angustia interior. Se resaltó la importancia de darse el permiso de sentir todas las emociones y reconocer los propios límites.

Sesión 7
Mi red de apoyo

Las participantes realizaron un mapa con aquellas conexiones importantes que tienen en sus vidas, creando a cada persona como un destino y luego tejiendo con un estambre una gran red. Primero se dibujaron a sí mismas en el medio y luego a cada persona a la distancia que consideraban que estaban de ellas. Recordaron personas que han estado presentes en todo su proyecto de vida.

Sesión 8
Pasado, presente y futuro

En primer lugar, se colocó una pista musical y se invitó a las participantes a moverse de acuerdo con cómo su cuerpo se los pidiera. Luego, crearon autorretratos sobre su Yo del pasado, del presente y el futuro. Surgieron reflexiones acerca de la necesidad de asumir mayor responsabilidad sobre sí mismas y también sobre lo que realmente querían para sus vidas.

Sesión 9
Si yo fuera una planta

Las participantes crearon una planta en representación de sí mismas y reflexionaron respecto de aquellos aspectos que les permiten seguir creciendo y las nutren y sobre aquellos otros que las marchitan. Estos aspectos pueden venir de afuera o de dentro.

Sesión 10
¿Quién soy hoy?

Se comenzó con una actividad de activación psicoexpresiva en la que las participantes, usando sus dedos, hicieron sus huellas dactilares sobre un papel y escribieron aquellos aspectos de sí mismas que siempre se mantienen a pesar de cualquier experiencia. Luego, continuaron creando un libro sobre sí mismas, donde narraban todos aquellos momentos que habían sido importantes para ellas y para el logro de sus metas. Reflexionaron acerca de su evolución durante esta intervención y coincidieron en que habían logrado conectar mucho más consigo mismas.

Se observó, al principio, cierta resistencia a mirar procesos personales. Desde este lugar conectaban y sirvió para que pudieran, entre ellas, darse apoyo y palabras de aliento.

Conclusiones

Fue muy interesante tener personas en distintas etapas evolutivas porque cada una tenía ideas diferentes sobre el concepto de proyecto de vida, pues unas comenzaban a construir su vida en pareja, pensaban en tener hijos, en un negocio, y otras, más cerca de la adultez tardía, reflexionaban sobre todo lo que habían alcanzado a lo largo del tiempo; acerca de sus logros, fracasos, duelos, relaciones que se terminaron y también sobre cómo podían continuar siendo productivas en esta etapa. Ocurrió que, previo a la intervención, estaba diseñado todo el programa, pero a medida que se daban los encuentros, nuevos elementos emergían y se hicieron modificaciones para poder atenderlos, entre ellos: sobreexigencia (sobre todo en cuanto al rol profesional); sentimientos de inseguridad, tristeza y ansiedad en relación con el proyecto de vida individual; autosabotaje y experiencias en relaciones interpersonales. Al final, se enviaron estas preguntas abiertas a las participantes: ¿cómo describes tu experiencia en estos encuentros?, ¿cómo esta intervención contribuyó a la revisión de tu identidad personal y construcción de proyecto de vida?, ¿esta intervención contribuyó a esclarecer dudas acerca de tu identidad personal y construcción de proyecto de vida?, ¿cuáles aportes te otorgó esta intervención en general?, ¿cuáles aportes te otorgó el conocimiento y puesta en práctica de la arteterapia y recursos psicoexpresivos? y ¿cómo describirías el manejo de técnicas y del grupo por parte de la facilitadora?, cuyas respuestas coincidían en que el uso del arte les ayudó a conectar con su propio espacio creativo y lúdico. También les ayudó a confirmar y reconocer virtudes, defectos y aspectos de sí mismas a trabajar y fortalecer. Expresaron que experimentaron mucha tranquilidad en los encuentros en relación con la experiencia colectiva donde se sintieron sostenidas y alentadas por el grupo y recibieron un feedback empático por parte de la facilitadora. Por mi parte, comprobé nuevamente que la experiencia grupal es muy nutritiva, contenedora y contribuye a ampliar perspectivas personales.

Bibliografía

Fernández, A., Hervás, L., Ramos, C., & Rueda, O. (2021). Arteterapia Online. Recursos para la atención virtual en terapias creativas. (2^da ed.). España: Espacio Interno Ediciones.

Klein, J., Bassols, M., Bonet, E., Álvarez, J., Davison, M., Gómez-Franco, A., Monsegur, T., Moret, Z., & Págan, J. (2012). Arteterapia. La creación como proceso de transformación. (2da ed.). España: Editorial Octaedro.

Marxen, E. (2011). Diálogos entre arte y terapia. (1ra ed.). España: Editorial Gedisa, S.A.

Pereira, M. (2021). Pedagogía Psicoexpresiva y Comunidad Creativa de Aprendizaje. (1^ra ed.). España: IASE Editorial.

[1] Análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas).