Seminario “A flor de piel”

Mariana Vignau [*]

Dana Grilli [**]

Presentamos las reseñas del seminario de introducción del abordaje Arteterapéutico en personas con problemáticas alimentarias, “A flor de piel” 2021, dictado en el marco Formación continua de la Escuela Argentina de Arteterapia.


Resumen

Se presenta el recorrido de vivencias de dos participantes del seminario que transitaron un TCA, quienes comparten sus experiencias y cómo fue su tratamiento y su recuperación, en el camino que transitan, a través del arte y el acompañamiento desde el dispositivo de arteterapia.

Palabras clave: trastornos de la conducta alimentaria, salud mental, salud alimentaria, estigmas.


“Hasta que el frío invadió su cuerpo, inimaginable. Un frío que le anunciaba que había llegado al final y que tenía que elegir entre vivir o morir”.
Delphine de Vigan
Días de hambre

Para nosotras, ofrecer la mirada poética de las artes en los tratamientos de salud mental es importante, prioritario y vital.

¿Por qué las dos? Porque estamos convencidas de que es importante pensar y diseñar dispositivos de abordaje en donde se conjuguen áreas de conocimiento, para crear abordajes integrales en los que se involucre la dimensión emocional, cognitiva, sensible creativa y, a su vez, se piense la problemática alimentaria como una pandemia de orden social y cultural. Es en el interjuego de varias áreas de conocimiento donde consideramos que tanto la mirada, la escucha y los modos de intervención se conjugan para pensar estrategias enriquecedoras, ya sea desde el ámbito de la salud mental como desde los procesos creativos.

La intención de este seminario introductorio estuvo relacionada con:

-Tomar dimensión en profundidad del dolor psíquico de las personas que lo padecen.

-Reflexionar acerca de lo multifactorial de la problemática alimentaria y su complejidad.

-Dar visibilidad a la problemática alimentaria.

-Abordar el etiquetamiento y el estigma con relación a la salud mental.

-Ofrecer y pensar conjuntamente modos de abordaje con los participantes del seminario y personas que padecen o transitaron trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y encontraron en el arteterapia una herramienta enriquecedora para su tratamiento.

Nosotras teníamos claro que era importante conjugarnos para ofrecer un espacio para deconstruir algunos paradigmas vinculados a los cuerpos, ofreciendo herramientas para modificar las miradas hacia uno mismo y hacia los otros y las otras.

Sabíamos que las asistentes al seminario habían realizado un recorrido en arteterapia pero no necesariamente en TCA, de modo que el desafío también giraba en torno a la transmisión de cuestiones claves en relación a la dimensión psi, dirigido a un público no relacionado de manera concreta con esa área de conocimiento.

“El trabajo creativo, expresivo es una gran posibilidad para respirar nuestro mundo interno que nos permite registrarnos afectados y arrojarnos a descubrir lo que encontramos a mano emocionalmente para expresarlo y, tal vez, transformarlo en otra cosa”.
Mariana Vignau, 2018[1]

Los puertos a los que fuimos llegando en este seminario se detallan a continuación.

Los aportes de la creatividad en el tratamiento, el lugar que se le asigna al cuerpo, la construcción de la mirada y la posibilidad de ampliar nuestras propias miradas y narrativas.

Creemos fuertemente en el proceso creativo como parte de tratamiento para personas con problemáticas alimentarias, ya que este tipo de trabajo implica poner en juego una serie de procesos psicológicos y recursos personales, como la flexibilidad, capacidad de asumir riesgos, el encuentro con la ambigüedad y a la incertidumbre, la apertura a la experiencia, y la exploración.

Las personas que transitan TCA presentan dificultades para expresar sus emociones, alta preocupación por la imagen y estética, miedo a ser juzgadas, mirada perfeccionista y mucha necesidad de agradar a los demás, elevado nivel de autoexigencia y autocrítica, entre otras cuestiones. Estas características son sensibles de ser abordadas, trabajadas y transformadas a través de la labor en arteterapia.

 

“Es necesario un acompañamiento empático, contenedor y habilitante, para que las personas se animen a transitar un proceso singular, único y puedan salir del estereotipo y la búsqueda de resultados.
Que se trabaje desde la construcción de un vínculo de confianza que acompañe, que motive la pregunta abierta que despierta a los sentidos y a la exploración. Que favorezca la búsqueda sensible en el propio mundo del sujeto y sobre todo que lo conduzca a lugares de fortaleza interna.
El proceso del tratamiento es largo y lleno de altibajos, entonces aportar a la persona recursos para vivir sus recaídas como parte del proceso y no como fracasos es un gran objetivo.
Acercar el error como maestro en el aprendizaje ayuda a no sentir que todo se derrumba ante un atracón o la inducción del vómito. Acompañarlas/os transitar los grises y salir de los extremos, blanco o negro, es un gran aporte”.
Mariana Vignau
Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, 2018

Algunas ideas que fuimos trabajando en el seminario acerca de los cuerpos, las miradas y las narrativas, se mezclaban con poesía, actividades creativas y sensibles orientadas a abrir nuestras propias narrativas.

Abordamos los múltiples factores que se ponen en juego en esta problemática: factores congénitos, hereditarios, familiares, sociales, culturales, la propia historia de cada sujeto: todos en permanente diálogo e interjuego.

Tal vez el desafío sea poder pensar que el cuerpo reducido al organismo necesita reconstruirse, alojando, conteniendo, sin pensar que solo se trata de que las personas vuelvan a comer, o que lleguen al peso «saludable» pasando una y mil veces por la balanza, controlando todas y cada una de las ingestas.

Nos encontramos entonces con una población que sufre, que siente vergüenza, miedo, pánico, cuya percepción se encuentra alterada, que mantiene rituales obsesivos compulsivos como pesar la comida o contabilizar las calorías, sufren depresión e impulsividad, que muchas veces llega a las lesiones en el propio cuerpo e incluso al suicidio. El mundo les es hostil, y su cuerpo, también.

Se trata entonces de una enfermedad mental que excede la cuestión meramente alimentaria.

Llegamos así al concepto de cuerpo. Si entendemos al cuerpo como algo que excede al organismo, como aquello que comienza a estructurarse y a construirse desde la más temprana infancia a través de miradas, sostenes, caricias, palabras, sonidos, imágenes, afectos…

Nos generamos preguntas, no con la intención de obtener respuestas, sino porque creemos necesario sostenerlas:

-¿Cómo pensar los cuerpos? ¿Cómo se construyen?

-¿Qué queda del cuerpo cuando me autolesiono? ¿Qué dice mi marca?

-¿Qué sucedió durante aquellos momentos fundantes de mi vida?

Será que algo pasó en esos momentos fundantes, o algo no sucedió. Luego, mucho más sucedió… después, en el devenir de la vida.

 

Hueso

Encuentro a una chica, la altura de un llanto pequeño
viviendo en nuestro cuarto de invitados. Se parece a mí
cuando tenía quince años
llena de pulpa y pimienta.
Pasa todo el día en el cuarto
midiéndose los muslos.
Su cuerpo es un largo suspiro.
La ves en el vestíbulo.
Más tarde esa noche, mientras yacemos uno junto al otro,
escuchándola vomitar en nuestro baño,
me dices que quieres salvarla.
Claro que quieres;
eso es lo que sabe hacer mejor:
enfermarte con la necesidad
de ayudar.
Tenemos los mismos labios,
ella y yo,
el tipo de labios en que los hombres piensan
cuando están con sus mujeres.
Está famélica.
Me miras directamente cuando nos cuenta
que a su padre le gusta golpear chicas
en la cara.
Puedo oírte en nuestro cuarto de invitados con ella.
¿De qué tiene hambre?
¿De qué podrías llenarla tú?
¿Qué puedes hacer, que no harías por mí?
Cuento mis costillas antes de irme a dormir.

Warsan-Shire

Llegamos a la construcción de la mirada. ¿Qué lugar ocupa la mirada en nuestra construcción como personas?

La mirada del otro nos construye como sujetos. Por eso, es importante ofrecer una mirada sensible, que dé tiempo para desplegar la percepción y acompañar a través de la palabra generosa y amorosa. Ofrecer una mirada amplia y disponible implica también abrir los oídos y llevar la atención a la escucha atenta y profunda.

 Entonces, ¿quién o quiénes nos alojaron? ¿De qué modo? ¿Fuimos vistos en nuestra singularidad? ¿Quiénes nos sostuvieron con la mirada? ¿Cuál fue la mirada más hermosa que nos acompañó en nuestro crecimiento? ¿Qué mirada despertó la confianza en mí misma/o? ¿Tuvimos miradas dolorosas? ¿Qué mirada me ofrezco? ¿Por qué me miro con tanta exigencia? ¿Qué sucede con las miradas “estigmatizantes”?

Así fue transcurriendo el seminario. Fue muy enriquecedor ofrecerlo y recibir la gratitud de los participantes, entendiendo que necesitamos seguir pensándonos y buscando conjuntamente nuevos modos de encontrarnos para sensibilizar miradas y modos de abordaje.

A modo de cierre, y con la gran convicción de que la construcción de dispositivos de tratamiento es entre todos los que somos parte de esta pandemia social y cultural, les convidamos a dos personas, valientes, comprometidas, empáticas y muy generosas.

Dos invitadas: Luna Vivanco y Katy.

Luna es una hermosa persona que aporta su mirada creativa, sensible y crítica, que habiendo sido acompañada desde el arteterapia, nos cuenta su experiencia en una gran conversación por Zoom. Les dejamos el link e invitamos a que la escuchen.[2]

Katy es una mujer valiente y con ganas de cambiar algunos ingredientes en los abordajes en el TCA, que pudo estar con nosotras, y con quien tuvimos el placer de conversar en el seminario. Fue un privilegio tenerla con nosotras. Ella cuenta que a través del arte pudo conectarse con sus lugares internos, a veces dolorosos, y expresarlo de una manera profunda y sensible. Nos relata que a través del contacto con la pintura logró sentirse de otro modo con su enfermedad y caminar hacia su salud.

Katy nos comparte su pintura y su narrativa:

 “Estas obras representan el inicio de una nueva etapa en mi vida; un nuevo renacer en el contexto de esta gran pandemia y situación mundial.
Reencontrarme conmigo misma, con mis emociones, mis sentimientos, mis angustias, mis heridas y mi enfermedad me llevó a tomar conciencia de mi forma de pensar y comprender la vida. En esos momentos en los cuales sentí que las fuerzas me abandonaban y vi todo gris a mí alrededor fue cuando el dolor se convirtió en resiliencia.
Me sumergí en la pintura, la fuerza y motivación que necesitaba para potenciar mi felicidad y salud.
Ser conscientes de que la vida implica un cambio constante no solo nos permite lidiar mejor con el sufrimiento, sino que también nos facilita practicar el desapego y aceptar con mayor ecuanimidad los cambios.
No se trata simplemente de recomponer los pedazos rotos sino de mezclarlos de una manera diferente para crear algo nuevo, que nos permita crecer como personas.
El dolor y los errores nunca son bienvenidos pero, como parte de la vida, tienen su objetivo y son grandes maestros.
Frase que me acompaña: ‘Me pinto a mí misma porque soy a quien mejor conozco’ (Frida Kalho)”.

“La torre, la luna, la estrella y el sol. Fría desnudez, hay temor en cada paso que da. Una vez retirada de aquella tormenta abrasadora, su ilusión de la realidad se destruyó. Y sin nada más que cimientos, en sus adentros buceó. Las aguas más turbias han movilizado, en este proceso de desollamiento hasta que viejos lamentos se transformen en una nueva torre, y ahora reconociendo, que una mesa se lleva de a dos”.

Katy es parte necesaria del cambio que buscamos en este seminario, ya que nosotras pensamos que son justamente las personas que padecen alguna problemática en salud mental o personas a las cuales se les lastimó el alma un poco, las que merecen tener voz para contarnos cómo son tratadas, escuchadas y vistas y qué les parece que debería modificarse.

Por otro lado, Katy armó un proyecto junto a una compañera de su tratamiento, donde fundamentan el porqué del arte en espacios de tratamiento de TCA. Necesitamos sus aportes para revitalizar, enriquecer y transformar algunos modos de abordajes. Y nosotras nos seguimos preguntando si las personas que atraviesan momentos complejos en la vida: ¿Pueden hablar con libertad? ¿Se sienten escuchados/as? ¿Cómo quisieran que fuese un profesional de la salud, al cual le van a contar, o intentar contar, su dolor? ¿Los profesionales somos empáticos? ¿Sería una característica imprescindible? ¿Qué calidad de mirada ofrecemos? ¿Cómo nos disponemos a la escucha?

Y el espacio: ¿se piensa conscientemente como parte del dispositivo del tratamiento?

¿Está diseñado pensando en la importancia de la luz natural y los colores? ¿Los soportes y materiales? ¿Se ofrecen espacios donde el cuerpo sea contenido, cuidado, respetado y comprendido? ¿Un espacio motivante con diferentes iluminaciones, con aromas frescos y cálidos? ¿Espacio con colchonetas, puffs y diferentes soportes para alojar al cuerpo, para que se estire e invite a relajarse?

Creemos que es imprescindible ofrecer un espacio en el cual el diagnóstico clínico pierda protagonismo, lo que nos desafía a reconocernos como personas integrales, con capacidades y dificultades propias de cualquier persona, y no como un mero diagnóstico.

Compartimos las palabras de Katy en relación a su participación en el seminario “A flor de piel”:

 “En primer lugar, quiero decir que me sentí parte del seminario, que no es un sentimiento menor. La enfermedad nos hace sentir de alguna manera siempre fuera de todo.
En cuanto a lo que me enriqueció, o me gusta usar mejor la palabra nutrió, fue en distintos aspectos. Desde el inicio me sentí parte (como dije anteriormente) y me sentí yo. La conexión con las participantes desde el inicio fue inclusiva. Fue una grata bienvenida y en ningún momento sentí diferencia de poderes o de autoridades. Fue conectarme con total libertad con mis sentimientos y expresarlos, sin necesidad de ocultar algo porque no sentí en ningún momento miedo al castigo, al reto, a la ‘indicación’ por no haber cumplido. Y recibí desde el otro lado respeto. Comprensión. Entendimiento.
Me sentí en paz. Me sentí parte del grupo. Yo, como paciente, y los demás, como profesionales, fue una conexión amorosa. Empática. Sincera.
A pesar de que el seminario haya sido virtual, esos sentimientos se manifestaron en mí. Seguramente que presencial sería todavía más a flor de piel todos estos sentimientos y conexión.
Me nutrió la autoestima. La confianza. La seguridad en mí.
Agradezco haber tenido este espacio con las profesionales. Considero y sostengo que es un espacio totalmente necesario y sanador para las personas que presentan esta patología (trastornos en la conducta alimentaria)”.
Abrazo de Luz, Katy

“Tantas voces piden casa, piden forma, piden canal. Miles de historias podría contar, de terror, de oscuridad, de verdad. Me ahogué en el fuego que dejó atrás tu sombra, que me dejó con la batalla de a uno. Disparé mi contraataque hacia mí, y ahora, ¿cómo apago mi llama? Estoy perdiendo en esta guerra conmigo, estoy buscando un rincón donde gane, aunque sea, un segundo de alivio. Estoy, pero eso que me daba vida se fue a dormir.”
 Katia Benko

“Estoy contando los centímetros de aquel dolor
como si intentar medirlo en un número me reconfortara,
como si controlar su aumento evitara mi derrumbe.
Es que no me alcanzan las palabras
para definir esta encrucijada
que un día encontré en mi pecho, descubriendo que el tamaño ya era
enorme…
entonces preferí no enfrentarme a lo que esconde
tan oscuro, tan sucio, que mejor no iluminarlo,
(tampoco es lo que me enseñaron).
Así que llené mi boca de diferentes cosas,
así que expulsé de mi garganta tantas otras,
todo o nada de lo que me ofrezca la alacena
excepto mi encrucijada
para eventualmente olvidar la opresión que dentro de mí habitaba
cada día, creciendo más y más…
Y yo, tan anestesiada, no logré recordar su punto de partida,
desorientada, perdí de vista la meta.
¿Falta mucho para llegar? ¿O ya la pasé?
A mí no me interesa, y para Ella nunca es suficiente,
sigue acallando mi voz, sigue dominando mi mente
hasta que no quede más que un olvido
enterrado en el fondo de mi memoria
traspasando las profundidades, tocando el centro de la tierra, marchitando
todo a su paso,
cubierta de duras capas, protegida por alambres de púas,
custodiada por millones de feroces soldados,
allí se encuentra mi respuesta, mi medicina.
¿Acaso no me he cansado todavía?
el dolor aún no me da su golpe final,
y falta tiempo para descubrir
que sí puedo liberarme de él”.
Katy

Aquí, un pequeño cierre.

Consideramos que es de vital importancia visibilizar las problemáticas en salud mental, el estigma que estas conllevan, dando lugar y voz a quienes las padecen, propiciando un lugar de escucha, acompañamiento y contención. Se trata de pensar estas situaciones de manera integral desde múltiples miradas que se conjugan para abordarlas desde lo multifactorial.

Pensamos y sentimos que es tiempo de detenerse a observar y pensar cómo seguir aportando a esta mirada integral. Creemos que hay mucho camino por recorrer, y que este momento histórico mundial pueda ser una buena oportunidad para conjugar nuevas maneras de encontrarnos en el arte y la salud, y por qué no, tal vez sea un buen momento para dejar la puerta abierta a territorios desconocidos.

“Dejar la puerta abierta a lo desconocido, la puerta que da a la oscuridad. Es ahí de donde vienen las cosas más importantes, de donde venimos nosotros mismos y también a dónde iremos”.
Rebecca Solnit
Una guía sobre el arte de perderse

Los invitamos a ver el video de este seminario haciendo clic en: https://youtu.be/DNXOjr8JpGQ


[1] https://www.clarin.com/buena-vida/arteterapia-ayuda-casos-bulimia-anorexia_0_qVoBEk_Oh.html

[2] Conversación con Luna Vivanco. Arteterapia en espacios de Salud: https://www.youtube.com/watch?v=vwFGtO2thX0


[*] Profesora de Artes Visuales Ministerio de Educación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Especialista en Artes Nivel Inicial. Escuela de Maestros (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Equipo de artes. Docente de Artes visuales, Escuela Argentina de Arteterapia. Universidad de San Andrés. Especialista en lenguajes expresivos.

[**]  Licenciada en Psicología (Universidad de Buenos Aires, Argentina). Psicóloga Clínica en INAC (Instituto de Neurociencias Aplicadas a la Clínica). Docente de Introducción a la Psicopatología en Escuela Argentina de Arteterapia.

Cómo citar este artículo:

«Seminario ‘A flor de piel'». (2022). Arteterapia. Proceso Creativo y Transformación, Nº 10, pp. 48-53. Recuperado de https://arteterapiarevista.ar/